Desde hace tiempo venía diciendo que la política del Banco Central Europeo volcada en controlar la inflación (¿qué inflación?) era un disparate en las actuales circunstancias (aquí y aquí). Comenzó subiendo el tipo de interés en dos ocasiones, lo mantuvo en otra para hoy, por fin, bajarlo.
No es que lo dijera yo, es que no había ninguna base económica para empezar a subir los tipos cuando no se sabe de nadie que opine que, en el peor de los casos, subir la inflación en la eurozona al 5% sea algo peor que arriesgarse a empeorar la falta de liquidez de algunas economías con problemas. Ninguna investigación económica ha mostrado nunca que el 5% de inflación sea un problema para nadie.
Podía haberse hecho antes. No es que hubiera evitado, ni mucho menos, la situación actual, pero sí que es posible que, por ejemplo, España e Italia estuvieran un poco menos en peligro de seguir los pasos de Portugal o Irlanda (no creo que Grecia sea la comparación pertinente).