Por esto quiero detenerme hoy en la figura de Felipe Reyes, ejemplo de sacrifico, esfuerzo, trabajo en equipo y por poner su talento de especialista al servicio del grupo. Un jugador que huye de los focos y que es indispensable en este colectivo.
A escasos días del inicio del Eurobasket, falleció su padre, un personaje también clave en la formación del llamado club España: primero con Alfonso y luego con Felipe, siempre estuvo con ellos, les inculcó los valores y él y Lola fueron auténticos MVP en la grada con el resto de la familia. Se formó una gran familia. Y se le echa de menos.
Pese a la impactante noticia, Felipe ha querido estar con sus compañeros, con el grupo. Es uno de ellos. Siempre ha estado ahí. Desde los juniors de oro. Y ante Portugal fue uno de los más destacados: luchador incansable, fajador bajo los aros, pelea cada balón, cada rebote, se deja la piel en cada jugada. Un ejemplo. Para todos