Hace unos días tuve la suerte de estar presente en el encuentro Café y Productividad, donde nos reunimos varios bloggers que escribimos acerca de esta temática. Se trataba de hablar e intercambiar experiencias, y con este pretexto debatimos alrededor de varios puntos controvertidos relacionados con la efectividad.
En la mayoría de los casos, aunque con algunos matices, el trasfondo de las opiniones era bastante similar. En otros hubo enfoques más divergentes, provocados, principalmente, por las distintas experiencias individuales. Y de eso se trataba precisamente, de enriquecernos todos en base a la diferencia de opiniones, y también, en la constatación de las propias.
Dentro de todo este torrente de aportaciones, dos palabras destacaron sobre el resto. Estas si que nos llevaron a un consenso: Compromiso y Depende.
Y es que a mi modo de entender las dos son requisitos imprescindibles. Dos conceptos clave a tener siempre muy en cuenta, no tan solo para iniciarse en el mundo de la efectividad, sino para comprender los altibajos en este camino.
- Compromiso: la base, el OS del sistema. Sin este, nada funciona. Pero ya no en la efectividad en si, sino en cualquier faceta de nuestras vidas. Pero no nos dispersemos. En la efectividad, el compromiso es lo que realmente garantiza el éxito. Hablamos siempre de hábitos, pues sin un compromiso firme, es imposible llegar a ellos. En el momento que adquieras el compromiso, es el momento en el que realmente avanzarás. Este es el cambio real. Compromiso en todas sus magnitudes. Compromiso en querer mejorar y ser más efectivo, o simplemente, compromiso para realizar determinada tarea.
- Depende: pues si, y es que como dice la canción: depende, depende ¿de qué depende? de según como se mire, todo depende. Y es que, efectivamente, pocas veces hay una respuesta única delante de las preguntas más típicas. ¿Qué herramienta? ¿Qué método? ¿Cómo fijo un hábito? ¿Qué es lo primero?. La efectividad tiene muchos componentes, y muchas combinaciones de estos. Sin ir más lejos, todos somos distintos y tenemos vidas y trabajos distintos. También es cierto que existen unos principios que permanecen válidos en todos nosotros y en todas todas las situaciones, pero siempre hay un punto donde el depende surge. Y, contestar depende, no es malo, no es que no tengas recursos, sino que significa que eres consciente de la realidad en la que vives.
Así pues, ya veis, el día dio de sí. Y mucho más que puede dar, porque la riqueza de matices y experiencias es muy grande. Tanto, como que cada uno de nosotros es un mundo.
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