En Castilla y León hay dieciocho municipios que funcionan en Concejo abierto. Hablamos de aquellos que no presentan organización municipal y son los vecinos los que reunidos en asamblea, toman las decisiones que en régimen ordinario corresponden al pleno del ayuntamiento.
A mediados de febrero de este mismo año, la mayoría de los vecinos que forman la pedanía de Villanueva de Henares, decidió disolver la Junta Vecinal, pasando a ser un barrio de Aguilar de Campoo.
Dominando los puertos que comunican Cantabria con Castilla, se localiza este "lugar nuevo repoblado" -según la toponimia. "Villa Nueva, cerca de los Henares." Carlos Sierra lo explicó perfectamente y comparto lo que allí expuso: "Como concejal de entidades locales menores, no me hace especial ilusión tramitar este expediente, pero creo que tenemos que respetar la voluntad de los ciudadanos, que por diferentes motivos, problemas y desavenencias personales y profesionales han caído en el hartazgo y el cansancio y han decidido renunciar a su derecho al Concejo".
Lo he mencionado en otras ocasiones, porque llegué a vivir y presenciar aquella asamblea de vecinos que echa a andar en los reinos cristianos de la Alta Edad Media. En Aragón predominaba el Concejo cerrado, al que acudían hombres destacados, y en el Reino de León se habla de un concejo abierto, donde los vecinos van ganando poco a poco capacidad de autogobierno, que es el Concejo que nosotros conocimos y hemos desarrollado hasta hace muy pocos años.
Como en los negocios, en la vida política hay unas cosas que nos benefician y otras que nos perjudican, pero es mucho lo que se pierde cuando dejamos que nos gobiernen los demás y olvidamos aquellos Concejos donde se defendían los intereses de un pueblo.
En San Salvador apenas se cita ya el Concejo y a duras penas se va manteniendo el alcalde pedáneo. Y fue fundamental para el cuidado de sus ganados, para la limpieza de los montes, para la apertura de los caminos en invierno, para el arrendamiento de los puertos, conceptos que abordaré en una próxima entrega.
LA MADEJA | DIARIO PALENTINO