Ofrecemos hoy esta tesis de máster en Ciencias Religiosas por la Universidad Presbiteriana Mackenzie (São Paulo, Brasil), presentada por Larissa de Macedo Raymundo y dirigida por el Dr. Jorge Luis Rodríguez Gutiérrez. Está escrita en portugués brasileño, y lleva por título: El concepto de amor de Dios en las Meditaciones sobre los Cantares de Teresa de Jesús. Se centra en el análisis de los símbolos amorosos en la obra, tales como: “Beso”, Alma”, “Pechos”, “Leche”, “Vino”, “Esposa”, “Fruto”, “Sombra”.
A continuación, ofrecemos la versión española de la introducción y al final, enlazamos el texto completo de la tesis, que se puede descargar de la Biblioteca Digital de la Universidad:
El punto central de este trabajo es el simbolismo, mediante el recurso a símiles, alegorías y metáforas, que Santa Teresa de Jesús empleó en su obra Meditaciones sobre los cantares, con el fin de explicar cómo sentía, experimentaba e intuía el amor que Dios tenía por ella y al que ella trataba de corresponder. Para Teresa, la principal fuente de inspiración fue el “Cantar de los Cantares” (o “Shir Hashirim” para los hebreos). En el texto de Santa Teresa, que ella no tituló, pero que sus editores llamaron Meditaciones sobre los Cantares (SANTA TERESA, 1979, p. 333), la autora describe el amor de Dios experimentado como un conflicto (y en esto se percibe una influencia San Agustín). Dios se experimenta como “falta” y como deseo de unirse a él en cuerpo y alma. Esta duplicidad, a su vez, se convirtió en un amor místico. En ese sentido, Teresa de Jesús está en línea con algunos filósofos de la antigüedad, que entendieron el amor como “ausencia”, es decir, como deseo de lo que no tenemos y amor por lo que deseamos (Platón, Orígenes y Agustín). En las Meditaciones sobre los Cantares, Santa Teresa ha expresado su voluntad (mística, por una parte, y corporal, por otra) de encontrar a Dios y estar junto a Él en cuerpo y alma. Así, Santa Teresa demostró estar en sintonía con la teología tradicional y ortodoxa, que sostiene que en Cristo hay dos naturalezas: totalmente hombre y totalmente Dios (Concilio de Calcedonia, 451 d. C). Para expresar este deseo de encuentro, Teresa utiliza símbolos del Cantar de los Cantares, expresándolos y renovándolos en su obra Meditaciones sobre los Cantares, tema central de nuestro proyecto.