El conflicto de la ideología

Publicado el 07 agosto 2019 por Carlosgu82

«Somos lo que comemos»

Esta verdad incontestable puede parecer una perogrullada sin importancia  pero el impacto de los alimentos que consumimos sobre nuestra salud es indudable.

Las últimas manifestaciones que he escuchado por  parte de la  izquierda  en relación a los graves hechos que se han conocido en España recientemente me han hecho reflexionar. Los acontecimientos a los que me refiero no son otros que la presunta violación de una chica en Bilbao perpetrada por seis jóvenes.

Estos jóvenes eran inmigrantes y las manifestaciones procedían de periodistas cuya tendencias ideológicas escotadas a la izquierda son bien conocidas. Según estos periodistas no se debía hacer mención al origen de estos jóvenes, cuya procedencia parece situarse más allá de las fronteras del Sur de España.

El conflicto

La explicación para pretender la ocultación de estos datos es el posible germen racista que pudiera prender en los corazones y mentes de muchas personas. Por ello, hay que ocultarlo.

La lucha para erradicar la violencia contra las mujeres, el apoyo al colectivo LGTBI y la defensa de la inmigración y del inmigrante son banderas que enarbola la izquierda autoatribuyendose a sí mismos la exclusividad de esas cruzadas. El conflicto surge cuando un inmigrante viola a una mujer. Por un lado, ese acto deleznable debe ser reprobado y denunciado por formar parte de la cruzada. Al mismo tiempo, no se puede criticar al inmigrante haciendo mención a su condición porque constituye el núcleo de otra de las cruzadas. Cómo se resuelve el conflicto? Propugnando un silencio informativo y no aplicando leyes previstas para los casos de inmigrantes que cometan delitos graves, posiblemente la expulsión.

Es curioso que no se pudiera el mismo silencio sobre la condición, nacionalidad y otros detalles sobre otro grupo de personas que cometieron también similares delitos. Se habló de la profesión de Guardia Civil, etc. Y un segundo caso donde se dijo con total naturalidad los hechos fueron cometidos por alemanes.

Esta ceguera voluntaria ya se puso de manifiesto cuando gran parte de la izquierda se negó a criticar los graves incidentes que sufrió el partido político Ciudadanos en el desfile del orgullo LGTBI a manos de aquellos que pedían respeto, libertad y convivencia.

El análisis de los datos sin ideologías

Hay sólo dos maneras de afrontar los problemas, con ideología o sin ideología. Personalmente abogó por la segunda. La diferencia para mí es clara. Con ideología, se critica algo o no en función de quién lo hace y no en función de qué hace. Con ideología, se ocultan datos o se hacen públicos en función del alineamiento o no de la ideología con el interés de que se conozcan o no. Con ideología, los hechos se minimizan o maximizan según que conviene más a la ideología que tienes.

Sin ideología, se afrontan los hechos con la naturalidad que te permite criticar una acción cometida por un nacional, un extranjero o un inmigrante. Sin ideología, se analizan los caso para buscar patrones que puedan ayudar a evitar que se repita esto en el futuro. Consumo de alcohol o drogas como detonante, más casos según la nacionalidad de los individuos, etc.

Hablar de nacionalidad es racismo? No lo creo. Hay sociedades más machistas que otras en función de la educación que imparte. En una sociedad española de hace 70 años la sociedad era más machista y la violencia contra las mujeres tenía una incidencia mayor. Por tanto, no parece que lo que digo sea una tonteria como muchos podrían argumentar. Algunas sociedades son más violentas que otras. Hay prácticas en algunos países que no aceptaríamos aquí que son normales en otros territorios…

El prisma como metáfora de nuestra naturaleza

Según algunos tecnólogos, el robot sería incapaz de tomar ciertas decisiones ya que las emociones están involucradas en dicha toma decisiones. A falta de emociones, falta de decisiones. Pero, hasta que punto la ideología y las emociones son algo ajeno a algoritmos, datos y grabaciones?

Cuando nacemos nuestro comportamiento no es fruto de muestras decisiones sino, en gran parte, En cambio, nuestros primeros pasos nacen de la imitación. Repetimos lo que vemos, lo que escuchamos, lo que percibimos. Como resultado, aprendemos un lenguaje, aprendemos a caminar, a interaccionar e incluso a pensar. Nos alimentamos de lo que nuestros sentidos perciben y conformamos nuestros pensamientos iniciales como una grabación de lo que nuestros padres nos transmiten. Nuestra propia experiencia y otras interacciones terminan de modelarnos pero no somos fruto de la divina providencia.

Una vez convertidos en prismas desviamos la luz que nos atraviesa desviando la por un proceso de reflexión que transforma la realidad en nuestra realidad. El prisma está formado por lo aprendido y lo aprehendido. Dependerá de nosotros ir ajustando el prisma para que la realidad no sea demasiado sesgada y se vuelva incoherente con lo que argumentamos. Si se vuelve muy sesgada y miramos más el quien que el qué deberíamos preguntarnos la diferencia entre nosotros y una secta cuyos miembros no responden a la razón. Algo perfectamente legítimo siempre y cuando respecte la legalidad pero que, en ciertos casos y llegados al extremo, se podría convertir en inmoral o hacerte perder la legitimidad moral.