Esta escritora francesa ha sido uno de mis mejores descubrimientos del pasado año 2010. Desde que en julio leí Juntos, nada más, su estilo tan cercano, entrañable, dulce y humano, su forma de hablarnos de las cosas buenas y malas de la vida en susurros, como en una conversación entre amigos en una cafetería, me cautivó.
Por eso solo un mes después leí su libro de relatos, Quisiera que alguien me esperara en algún lugar, que volvió a seducirme y a entusiasmarme a pesar de hasta ese momento no era muy amiga de los libros de relatos.
Y en diciembre le tocó el turno a El consuelo. Lo dicho, espero que os guste la reseña y, sobre todo, que si habéis leído la novela, os haya gustado como mínimo tanto como a mí. Y si aún no lo ha habéis leído o todavía no conocéis a Anna Gavalda, no esperéis a descubrirla, porque no sabéis lo que os estáis perdiendo.
No os entretengo más. Abrazos literarios para todos.