El consumo colaborativo anima nuestra economía

Por Ecointeligencia @ecointeligencia

¿Tienes una habitación de sobra en tu casa? Alquílala en airbnb.es

¿Hoy no necesitas tu coche? Compártelo en SocialCar

¿Tienes conocimientos o habilidades que te gustaría intercambiar? Ofrécete en un Banco de Tiempo

Todas estas transacciones están alrededor de una nueva idea económica: el Consumo Colaborativo. Esta nueva forma de consumir desbloquea el valor oculto de los activos que hemos adquirido y de las habilidades que hemos desarrollado. Esto nos permite obtener dinero de ellos, o comerciar con el derecho de uso de ellos.

El consumo colaborativo es la piedra angular de la nueva economía. Desafía la idea de la vieja economía de que las corporaciones deben poseer los bienes que necesitan para hacer cosas y prestar servicios.

En el consumo colaborativo prima el uso sobre la propiedad de los bienes

El consumo colaborativo se aplica tanto a los activos físicos como al capital humano. Los activos físicos, como pueden ser casas y coches, suelen estar frecuentemente infrautilizados. Esta falta de uso puede ser aprovechada para generar ingresos a sus propietarios y ofrecer precios más bajos a los que los alquilan. El consumo colaborativo también se aplica a los servicios prestados por personas, especialmente cuando se trata de habilidades y conocimientos especializados.

¿Por qué está creciendo el consumo colaborativo?

El consumo colaborativo está en alza por varias razones:

  1. Las personas lo necesitan. En la actual coyuntura económica, los jóvenes luchan por abrirse paso en subida profesional y no pueden permitirse gastos innecesarios. Otros colectivos se enfrentan retos similares, como puede ser las empresas recortando gastos y los asalariados reduciendo sus ingresos.
  2. El consumo colaborativo está creciendo porque es más eficiente. Aumenta la productividad, reduce las barreras para el emprendimiento y ayuda a los mercados de trabajo incluso cuando hay escasez de dinero.
  3. Y está creciendo porque Internet ayuda a propagarlo. la Red ayuda a que concurran compradores y vendedores, a promover la confianza y a completar transacciones.

El consumo colaborativo ayuda a aliviar la desigualdad y protege al medio ambiente

Este tipo de consumo ayuda a aliviar la desigualdad al promover crecimiento en sitios donde las personas son pobres, pero tienen habilidades que pueden ofrecer. Los sistemas de basados en el consumo colaborativo no necesitan dinero en efectivo para funcionar. Pueden canalizar el tiempo (por medio de los denominados Bancos de Tiempo) o pueden utilizar sistemas de puntos, parecido a como lo hacen los programas de fidelización.

Desde el punto de vista del medio ambiente, debemos realizar cambios en la economía para emplear menos energía y menos materias primas para producir. Esta transformación es necesaria para intentar resolver problemas como el cambio climático sin tener privaciones. El consumo colaborativo puede reducir la necesidad de fabricar tantos vehículos, proporcionándonos, sin embargo, la capacidad de transporte que necesitamos. El consumo colaborativo puede reducir la necesidad de construir más hoteles y tener el alojamiento que necesitamos. Sin duda, estos cambios reducen la huella de carbono de nuestra economía.

La brecha de confianza: un reto y una oportunidad empresarial

La mayor brecha del consumo colaborativo no es ni la oferta ni la demanda: está en la confianza. Las personas dudan en compartir su coche, su casa u otros bienes con personas que no conocen. Las pólizas de seguro no satisfacen actualmente las necesidades de los consumidores, productores y proveedores de servicios en el ámbito colaborativo. El sistema legal no está preparado, por lo que es esencial contar con mejores seguros y recursos jurídicos para no frenar este movimiento.

En teoría, se crea confianza cuando compradores puntúan a los vendedores y los  vendedores valoran a los compradores. Mientras que esto en Ebay funciona bien, en general, tiene limitaciones. En algunas transacciones, la gente no compra o vende lo suficiente como para dar lugar a una clasificación útil. En otros casos, mercados digitales permiten a los vendedores limpiar sus listas de comentarios desfavorables. La industria necesita adoptar un código de buenas prácticas que desaliente la manipulación y el abuso en las valoraciones de usuarios.

Otra solución para el problema de la confianza sería combinar información sobre la confianza desde múltiples servicios. Por ejemplo, un vendedor de eBay con alta valoración nos indica confianza. Si esta información se combina con la calificación crediticia, el estado de sus seguros y la verificación de su identidad, esto podría dar lugar a un índice global de confianza que los vendedores podrían mostrar libremente. Pero ahora bien, no es posible realizar un seguimiento y verificar la historia de un usuario a través de diferentes servicios. Esta carencia invita a los emprendedores a crear nuevos servicios que recojan y agreguen información sobre en quién podemos confiar.

El futuro del consumo colaborativo

El consumo colaborativo es un campo abierto por ahora. Los que han sido los primeros segmentos, grandes y evidentes, como el mercado del alojamiento y el de los vehículos, ya son muy competitivos, con muchas empresas luchando por su cuota de mercado. Los nuevos entrantes están explorando nuevas ideas como, por ejemplo, compartir derechos de aparcamiento durante ciertas horas del día. Pero estos mercados menos desarrollados son a menudo son más pequeños, más difíciles de explotar y con muchos escollos legales.

La segunda cuestión, las economías de escala, es un poco irónica: los modelos de consumo colaborativo recompensan a ciertos tipos de escala, mientras incluso castiga a otras clases de escala. El consumo colaborativo choca con los enfoques tradicionales de hoteles y flotas de coches. Pero exige y recompensa escalas de un tipo diferente: es necesario construir un profundo catálogo de propiedades, vehículos o prestadores de servicios. Además ha requerido la credibilidad entre muchos iguales para construir confianza. Y también ha necesitado construir servicios a nivel mundial, fiables y basados en rápidos en Internet.

Por todas estas razones creemos que este mercado se consolidará. Las empresas pequeñas se fusionarán, serán compradas o cerrarán. Los líderes se expandirán a través de distintas categorías.

Nuevos servicios innovadores resolverán el problema de la confianza.

Y el resultado será una economía más productiva, más sostenible y más equitativa.

Este artículo es una traducción libre del original The Rise of the Collaborative Consumption Economy publicado por David Brodwin el 9 de Agosto de 2012.