Foto: Jose Vladimir Casquina
El coraje de Chumbivilcas es la fuerza que nos hace luchar y tener una excelente razón para despertar cada día y enfrentar cualquier adversidad. Para los hermanos de la Tierra Brava no hay situación imposible de superar, ya que por nuestras venas no corre sangre… corre fuego.
Tomemos como ejemplo al personaje más emblemático de la cultura chumbivilcana: El Qorilazo: El hombre de las pampas, que no le teme a nada y demuestra su valentía al son de las mandolinas, charangos y guitarras. Este comportamiento ha servido de referencia para todo poblador de nuestra provincia.
Nuestras fiestas y tradiciones están llenas de coraje, así como nuestra música, cuyo legado está repleto de grandes y talentosos músicos andinos, quienes a pesar del conflicto de la altura, han sabido interpretar maravillosas melodías, narrando sus vivencias, aventuras, fiestas y tradiciones.
Foto: FLLacma
Incluso la vestimenta de los Qorilazos está llena de actitud. Las botas, las chaparreras de cuero y el poncho rojo nos muestran a un aguerrido personaje cuyo coraje, en cada una de las actividades que ejecuta, ha logrado que su legado perdure durante siglos en la provincia.
Foto: Chiara Giambastiani
Somos dignos en las corridas de toros tradicionales, porque no herimos al animal. Es así como demostramos nuestra valentía y coraje ante él. Y qué decir de nuestra tradición hípica, en la que destacamos en la doma de potros y carrera de caballos. Estas celebraciones nos hacen únicos en el mundo.
Es el momento perfecto para gritar nuestro orgullo a los cuatro vientos, para que nuestra Tierra Brava, con sus pampas, llanuras, lagunas, ríos, quebradas, valles interminables y con sus punas colmadas de fauna y flora, sea reconocida. Así el orgullo y coraje chumbivilcano será conocido hasta el último rincón del planeta.
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