El corazón del bambú, de Pablo Tobías

Publicado el 09 marzo 2014 por Zeleza @AtardecBajoArbo


Cuando Laura gana el campeonato nacional de kendo en 2011, piensa que por fin todo va a ponerse en su sitio: se demostrará a sí misma lo que vale, sus padres empezarán por fin a comprenderla y, sobre todo, podrá ir a Japón a estar con Isamu, el amor de su vida.Sin embargo, lo que en principio iba a ser el más feliz de los viajes pronto se convertirá en una pesadilla cuando Laura aterrice en Tokio el 11 de marzo, el día del tsunami de Fukushima. Desesperada por saber si Isamu sigue vivo o no, Laura emprenderá otro viaje aún más complejo por el interior de Japón en el que, con la ayuda de Carlos, otro español en una situación parecida a la suya, descubrirá que también está viajando por el interior de sí misma.
Solo atreviéndose a llegar hasta el foco del terremoto descubrirá su destino; solo llegando a su propio corazón alcanzará a conocer la verdad.

Un libro que empieza como una historia de amor imposible y evoluciona de una manera increíble.

Antes de nada decir que las últimas frases de la sinopsis de la página de la editorial Planeta no reflejan lo que dice del libro.

Según esta frase, es para amantes de la estética nipona, las artes marciales y los amantes de lo orienta. Pues bien, sí tiene artes marciales -la protagonista en una kendoca-, pero no se mete nunca en el complejo mundo de las artes marciales. Te explica por encima algunos puntos y cómo Laura gana el combate del campeonato de España. Pero ya está. No enseña las bases del kendo, no muestra qué estilo tiene. No. Y si el autor lo hubiese puesto se habría salido de la historia principal y, en mi opinión, habría perjudicado al relato.

Bien, estética nipona. Esto me ha llamado mucho la atención. Está claro que el autor describe algunos paisajes de Japón, pero no es lo principal. Ni incluso cuando la acción pasa a Tokio se para a describirlo. Solo hace una mención a cómo estaría si el tsunami no hubiese golpeado al archipiélago japonés. Realmente describe, y muy realista -todo hay que decirlo- cómo quedan los pueblos y sitios a los que la ola gigante ha hecho una visita.

Bien, vayamos al meollo. No es una novela histórica. No pretende enseñar o que el lector se aprenda qué pasó. No. Los hechos son reales, y lo que dice el autor sobre los pueblos y, sobre todo, Fukushima es cierto. Es decir, lo que os traigo es una novela que se sostiene en un hecho histórico, pero ya está.

Clasificar a la novela con un género concreto es difícil. No puede ser romántica pura y dura, no puede ser lo que en los mangas y animes se le conoce como un "survival", es decir, la trama principal es la supervivencia de los protagonistas. Tampoco es una novela de acción.

¿Qué es entonces? Pues pienso que una mezcla de todo lo anterior dicho.

Como se puede leer en la sinopsis, uno podría pensar que la trama es la búsqueda de la protagonista de su amor japonés. Sí y no. Eso es el "viento que mueve las velas" de las acciones de la protagonista, pero realmente en el periodo que está en Japón tiene que sobrevivir y buscarse la vida con un nuevo compañero -Carlos, también español- para que cada uno vaya a buscar a sus queridos. Y la verdadera historia es esa: la búsqueda de sus respectivas parejas, pero mientras buscan a las personas que más quieren también se están buscando a sí mismos, viendo de lo que son y no son capaces, poniendo en juego su valía y sus ideales. Poniendo en duda su amor después de tantas penurias.

Realmente en la novela hay amor, pero es un amor casi imposible, casi inalcanzable, casi platónico. Como ya he dicho, ese amor es el que mueve a los personajes, y el "casi" de ese "casi inalcanzable" es lo que da lugar a esta historia.

La narración está en primera persona, contada por Laura en presente. A mí me da la sensación que es como si estuviese apuntando todo en una libreta mientras lo hace. Me ha recordado mucho a cuando estoy en el laboratorio haciendo prácticas y tengo que apuntar todo lo que hago. Siendo la narradora la protagonista, hace que el compañero tenga cierto tono de misticismo, debido a que no puede saber lo que piensa, y en múltiples ocasiones, Carlos deja con las dudas de qué ha pasado o de frases sin acabar en ese momento. Es un punto de vista diferente y a mí me ha alegrado mucho; creo que estoy un poco saturado ya del narrador omnisciente.

Rikuzentakata, Iwate (Japón), 17 de marzo de 2011, tras la retirada del agua.

" "¿Cuánto daño ha hecho este tsunami?", pienso para mis adentros una y otra vez. No se trata solo

de las vidas que se ha llevado, de las casas, de los bosques, [...], que ha arrastrado hacia el olvido. No

es solo eso, [...], no es solo lo que desaparece lo que importa, sino todo aquello que lo desaparecido podría

haber llegado a ser, su futuro, como si la sal del agua de la ola no solo impidiera el crecimiento de cualquier

tipo de vida vegetal en la zona arrasada, sino que también hubiera impedido el germen de cualquier otrra

En cuanto a la cultura japonesa. Hay aun concepto que me ha resultado interesante. Hoy en día hay un boom de lo japonés increíble. Por experiencia puedo hablar de España y parte de los países de habla hispana de Sudamérica (sobre todos éstos; la mayoría de los grupos que traducen los animes del japonés al español -pasando o no por el inglés- son latinos). Y lo gracioso es que los japoneses están deseosos de aprender de la cultura occidental, pero se sienten atraídos especialmente por España. Es una cosa rara. Mientras que el mundo se "niponiza", Japón se "occidentaliza", o más concretamente, "españoliza".

El autor muestra a un Japón con luces y sombras, como son realmente todos los países. Nos muestra el lado humanitario y agradable de los nipones hacia los extranjeros, pero también sus costumbres poco éticas hacia ellos mismos, quedando una de ellas reflejada en la frase de " tsunami tendeko", que, a palabras del autor en boca de uno de los protagonistas "Cuando tsunami, cada uno por su cuenta. No preocupar por otros. No mirar atrás".

Y debo decir que esto me ha encantado. El mostrar cómo es un sitio, tanto lo bueno como lo malo, hace que la historia o el escenario sea más creíble, por lo menos para mí.

Bien. Para ser la primera novela del autor, a mi me ha parecido su escritura muy correcta y atractiva. Se nota esa experiencia escribiendo guiones. Aún así, por mucha experiencia que se tenga, el autor debe conseguir enganchar al lector. Y en ese sentido, Pablo Tobías lo borda.

Con el uso de un lenguaje culto pero coloquial, un lenguaje real pero sin pasarse con palabrotas y demás, consigue que el lector se enganche, que lo lea de corrido -que es lo que me pasó a mí-. Además, presenta numerosas palabras o frases en japonés, que pueden o no tener su traducción (algunas las traduce, en otras deja entrever el significado por contexto).

Las descripciones en la novela no son muy importantes debido a que está más pendiente de los protagonistas y sus metas. Pero cuando describe un lugar, lo hace de una manera clara y concisa, con la información suficiente para imaginarnos todo pero que no afecte a la "velocidad" de la novela.

El final es cuanto menos curioso. No es lo que todo el mundo espera, vamos, yo no me lo he podido imaginar. Intuía algo pero no de esa manera. Del final se pueden sacar más de una frase y pensamiento interesante; ese tipo de frases que parece que solo las dicen los grandes personajes de la historia. Es un final muy abierto y muy cerrado. Me explico. Si el autor quiere hacer una segunda parte, tiene material para retomar la novela. Si la quiere cortar, los cabos principales están atados y por tanto estaría cerrada.

Lo que peor que he llevado y le veo al relato son los cambios tan bruscos que tiene la protagonista. A veces parecíaa una cría pequeña, otras una anciana santa, otras una niñata consentida, y otras la voz de la experiencia. Es decir, no se aprecia una evolución del personaje, si no que avanza lo mismo que atrasa. A la historia le viene bien en realidad -sobre todo gracias a que se puede achacar eso a la tensión- pero a mí una actitud así me saca de mis casillas en la vida real, así que os podéis imaginar mi reacción cuando la protagonista es así. Aunque al final el autor decide darle a la protagonista un temple propio de la gente que ha aprendido una terrible lección (realmente, se dice que el ser humano solo aprende o cambia ante presión extrema).

También, desde mi punto de vista, le ha faltado un poco de más participación a los protagonistas secundarios, como puede ser Santi e Isamu -éste sobre todo-.

En conclusión, una novela muy entretenida que narra con toda la crudeza lo que hizo el tsunami del 11 de marzo de 2011 a Japón de la mano de los jóvenes que van buscando a sus parejas y a sí mismos. Recomendada a todo el mundo por lo que dije antes, no soy capaz de encasillarla en una sola categoría. O también si se busca un libro corto que enganche y terminarlo en un par de días.