Juan Jaqués cayó fulminado al suelo a la media hora del partido que disputaba su equipo, líder del grupo 3º de Primera Regional, frente al Boquiñeni. Fue tras una acción en la que paró el balón con el pecho antes de dar un centro al área. Tras un episodio inicial de convulsiones, en el que los primeros auxilios del entrenador del Gallur, Jose Antonio Cuadal ‘Chole’ y de dos futbolistas de Boquiñeni con fundamentos sanitarios, Jorge Carcas y Álvaro Romero, evitaron que se tragase la lengua, el ritmo cardiaco del futbolista se detuvo por completo en cuatro ocasiones durante 70 minutos.
Los médicos del centro de salud de la localidad gallurana llegaron al campo municipal en apenas 10 minutos para acometer de lleno todo el protocolo propio en este tipo de afecciones graves, con un desfibrilador que llegó a las instalaciones del Gallur minutos después. Fue imposible llevar a cabo el traslado en helicóptero con mayor antelación precisamente a causa de esas intermitentes paradas cardiacas, que no fueron estabilizadas hasta pasada una hora y diez minutos.
El fallecimiento de Juan Jaqués supone un nuevo episodio de muerte súbita sobre un campo de fútbol, patología relativamente moderna en el devenir de este deporte y que resulta de imposible predicción médica. En el caso de este joven jugador gallurano, como en todos los anteriores ocurridos en la territorial aragonesa, se repite la circunstancia de que se trata de una persona sana, sin ningún tipo de antecedentes o indicios de dolencias cardiacas, con un excelente fondo y morfología física y unos hábitos y métodos de entrenamiento absolutamente normales.
Juanillo Jaqués fue desde niño un amante del deporte. De la mano de su padre, también Juan, que creó el Club Atletismo Gallur (donde corrió asimismo su hermana Eva), fue una de las más firmes promesas del atletismo aragonés en edades tempranas. Juan corrió en categorías infantiles, cadetes y juveniles, ganando numerosas carreras de cross, prueba en la que mejor desarrollaba su potencial físico. Enseguida pasó a compatibilizar esa dedicación con su otra gran pasión, el fútbol.
Extremo o interior derecho de enorme velocidad y rasmia, creció en los infantiles y cadetes del CD Gallur. El Ebro lo captó y en el equipo de La Almozara jugó dos temporadas de juvenil.El resto de su trayectoria, hasta el fatal partido del pasado domingo ante el Boquiñeni, transcurrió, siempre con el número 7 a la espalda, en el histórico club ‘colorao’ de la localidad gallurana.
La muerte de Juan Jaqués ha sumido en la más profunda consternación a todos los habitantes de Gallur (alrededor de 3.000) y, por encima de todo, a los componentes de su equipo de fútbol, una piña de amigos que vienen jugando juntos desde niños. El impacto de este suceso es de hondo calado en el vestuario. Anoche, aún aturdidos y destrozados moralmente por el desenlace, muchos de sus compañeros manifestaban a la directiva la enorme dificultad que van a tener para poder concluir una temporada que, para el CD Gallur, está siendo brillante: son líderes desde la primera jornada y el ascenso a Preferente está muy cerca. Por el momento, la directiva pidió aplazar el choque ante el Morés que estaba programado en Gallur para mañana, día de San Jorge, y que en su fecha ya fue suspendido a causa de la riada del Ebro. Y también se ha solicitado no jugar el domingo que viene en Ágreda.
Anoche todavía no se había cerrado el día, hora y lugar del funeral, que será en Gallur. El cuerpo del joven Juan Jaqués será incinerado.
Texto y foto: http://www.heraldo.es/Futbol Base y mas