Alla y Gerd tienen a sus espaldas más de veinte años de matrimonio. Dos gemelos mayores que pasan el mayor tiempo posible fuera de casa y una relación estancada en la monotonía.
Alla ocupa sus días con sus amigas y el cuidado de su madre, enferma senil. Alla tiene claro quienes son los dueños de las habitaciones de su corazón: su marido, sus hijos y su madre...hasta que llega Mathías.
La novela nos aleja del amor juvenil, del primer amor que rompe corazones y nos hace cometer locuras. No. Nos habla de aquel que llega sin avisar cuando tienes una vida construida, de las sensaciones que renacen cuando ya las creías muertas para siempre, de las segundas oportunidades y de las consecuencias.
Alla no espera volver a enamorarse. Su vida con Gerd carece de pasión y chispa pero lo quiere, ha construido una familia preciosa y no quiere acabar con ella pero lo que siente por Mathías es mucho más fuerte que todo ello. Mathías la hace sentir de nuevo, sentirse especial y amada.
La novela se basa en las relaciones, en las que se rompen, en las que comienzan, en las deseadas y las obligadas. Hoy en día la mayoría de las parejas son divorciadas por tanto se encuentran con tener que entablar relaciones con los hijos de sus nuevas parejas y los problemas que esto pueda ocasionar. Eso lo retrata perfectamente Stalmann con Alla y Mathías.El libro no tiene un argumento demasiado novedoso ni atrayente pero lo cierto es que creo que la autora podría haber sacado un poco más de jugo a la historia.
Creo que la culpa la ha tenido el personaje de Alla. A pesar de ser una mujer con tanto recorrido y con una relación tan larga a sus espaldas no tiene el carácter suficiente para imponerse a sus nuevas circunstancias. Lucha por Mathías, si, hace frente a su marido, si, pero cuando ambos deciden dirigir su vida no hace nada por evitarlo.
Fuera de eso Alla se encuentra con todos los obstáculos posibles. Pero la gran lucha es consigo misma, cuando las dudas aparecen y se plantea una y otra vez si ha actuado correctamente. ¿Y si ha tirado por la borda un matrimonio, aburrido si, pero feliz? ¿Y si la relación en la que se ha metido no vale la pena?El personaje de Mathías tampoco me ha terminado de llenar. Se nota que adora a Alla pero es bastante inmaduro en muchísimos aspectos. ¿Sabéis el dicho este de, "pues ahora me enfado y no respiro" ? ese es Mathías, un hombre en ocasiones incapaz de enfrentarse a los problemas, prefiere permanecer callado.
Aunque bien es cierto que tiene bastantes problemas con su hija y es un padre abnegado.Como secundarios sólo puedo destacar a la madre de Alla. Un personaje entrañable que aporta muchas escenas tiernas y divertidas a la historia.
El corazón tiene muchas habitaciones nos habla de como construir segundas oportunidades y de como enfrentarse a las consecuencias que esto conlleva.