Hay un jinete sobre el ocaso que cabalga las horas de la senectúd del día terminado, mira el cielo, de rosas pintado, lo mira y lo tiñe de rojo, lo tiñe de pasado..Así cabalga, intrépido y osado, sobre sucesos y risas y sobre los besos acabados..Tras sus cascos su caballo levanta nubes de estrellas que enciendiendose en mil ascuas iluminan los rojos argentados. El tapiz se oscurece para contemplarlas, la luna se mece apareciendo ingrávida entre las nubes que, siervas desobedientes, la estorban..
Parsimoniosa la brisa del tiempocubre, pasa, ahonda y se marcha,grabando mil pesares y algarazasen las paredes del entendimiento.
Si fuera de piedra, si fuera viento,si fuera del coro la voz más clarayo marcharía tras él, corcel de plata,y haría de la eternidad un momento.
Todo se lleva en la boca prendido,lleva tus risas, mis llantos, tus ojos
y estos mis antojos, no me queda paz.
Se lleva el corcel tus manos, bandido,hilando con tus dedos trazos rotos,hilando mis bridas su trote rapaz.