Los que mandan ya hablan de adelantar los objetivos de la Agenda 2030, que cuando fueron acordados parecían imposibles. La gente, aterrorizada ante la muerte, permite que les dejen sin trabajo, que les roben y que les acorralen y censuren desde poderes públicos que cada día son más arrogantes y están menos controlados.
la democracia es ya un cadáver y ha sido la primera gran víctima del coronavirus porque sus defensas han sido desmontadas y porque la voluntad popular, que era determinante, ha sido suplantada por los estados de emergencia que dan poder casi absoluto a los gobiernos.
El panorama es desolador y la civilización está retrocediendo cientos de leguas cada día, acercándose más y más a los tiempos de los faraones que gobernaban como dioses, o al de los comunistas, que son los faraones de nuestro tiempo.
España ha sido y es un "modelo" mundial de ineficacia y mala gestión de la pandemia. Demasiados muertos, demasiados errores, demasiada estupidez en el poder político y demasiada pobreza, atraso y dolor generados por la imbecilidad que germina en los palacios y gobierna mal.
La pésima gestión de Sánchez y los suyos, que ha hecho de España la economía mundial más dañada y uno de los países con más muertes por coronavirus, sigue vigente y se manifiesta de nuevo, con toda su bajeza, cuando la cepa que está devastando la India amenaza al resto del mundo. En lugar de cerrar las fronteras y suprimir los vuelos con la India, el gobierno tarda una eternidad en tomar medidas, como si quisiera que el mortal virus infectara al país para ellos poder seguir controlando el poder bajo toques de queda, estados de emergencia y alarma.
Pobre España.
Francisco Rubiales