¿El coronavirus es culpa de Dios?

Publicado el 20 mayo 2020 por Max Damián @soymaxdamian
El coronavirus está causando, alrededor del mundo, mucho dolor, tristeza, depresión, ansiedad, muerte, etc. Además de afectar la economía de diversos países y provocar que el mundo se detenga en todos los aspectos.
Al día de hoy existen 4’931,057 personas infectas por coronavirus en todo el mundo, y 324,240 muertes. Sin ir muy lejos, solo aquí en Perú, a la fecha, existen 99,483 casos confirmados de CoviD-19. (Fuente: OMS)
Y estos números siguen creciendo conforme pasan las horas.
Entonces miramos la situación mundial a causa de la pandemia por el coronavirus y nos preguntamos: ¿Esto es culpa de Dios? ¿Estamos pagando por algo malo que hicimos? ¿Dónde está Dios durante esta pandemia del coronavirus?
Preguntas que te puedes estar haciendo con total normalidad. Y que no por eso dejas de ser amado por Dios. Pero debes tener mucho cuidado porque satanás puede aprovecharse para volverte incrédulo y hasta puedes terminar ofendiendo a Dios.
Por este motivo me vi en la responsabilidad de hacer un post para dar respuesta a las preguntas que nos están surgiendo en estos momentos de dolor a causa del coronavirus.
Así que te sugiero leer este post de forma razonable, de manera que si no está claro algo puedas volver a leerlo. Aun así, me comprometo a ser lo más entendible que se necesite ser.
¿Quedamos? Entonces empecemos.

¿Con el Coronavirus Estamos Pagando Algo Malo que Hicimos?

Es lógico que nos hagamos esta pregunta, pero no razonable el hecho de negarnos a pensar que hayamos cometido maldad que nos haga merecedores de un castigo como esta pandemia del coronavirus.
Para empezar, no debes olvidar el hecho de que tenemos una herencia de pecado a causa de nuestros primeros padres Adán y Eva, y que por este motivo todos, cristianos y no cristianos, estamos destituidos de la gloria de Dios (Ro. 3:23).
Este hecho nos constituye enemigos de Dios —y sus hijos mediante su gracia— y por ende merecedores de algo como el coronavirus o alguna otra cosa peor.
Pero el mundo, sin conciencia de pecado, no reconoce que Dios pueda hacer descender juicios sobre la tierra a causa de toda la maldad existente.
Sus razonamientos se basan en que como son buenas personas, van a misa una vez al mes, y no han matado, robado o violado, no merecen cosas malas de la vida o de Dios.
Creen que solo a las personas “malas” les deben pasar este tipo de cosas. Y al señalarse como buenas personas es cuando juzgan y culpan a Dios por lo malo que sucede, tal como este coronavirus.
Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios. (Lc. 18:19)

En otras palabras.
El mundo entero, a pesar de las cosas malas con las que conviven, y cree que como "son hijos de Dios", no debería sucederle algo parecido al coronavirus.
Además, como es posible, dice el mundo, que un Dios de amor provoque tanto dolor como el que vivimos a causa de la pandemia del CoviD-19.
Sin embargo, todas estas personas, por más santas que digan ser, están destituidas de la gloria de Dios a causa del pecado generacional, y del pecado que cometen a diario.
Pues el simple hecho de decir una mentir, blanca o negra, les impide la entrada al cielo (Ap. 21:8). ¿Te imaginas con todas esas cosas que parecen simples pero ante Dios son malas?
Ahora, ¿hemos hecho algo de malo los cristianos para que Dios nos castigue con el coronavirus? La verdad es que sí.
La Biblia dice: “Más a todos los que le recibieron (a Jesús), a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hijos de Dios” (Jn. 1:12). Y entonces, como hijos somos merecedores de una corrección de parte de nuestro Padre si es hemos hecho algo malo (Heb. 12:6).
Piénsalo bien.
Como cristianos hemos hecho muchísimas cosas que son dignas de ser corregidas por nuestro Padre. Muy aparte de lo que tú y yo cometemos a diario, y que por ende estamos destituidos de la gloria de Dios, existen muchas más cosas con las que hemos deshonrado al Padre:
  • Falsos profetas, Apóstoles, Maestros y Pastores.
  • Pastores que buscan el dinero de los fieles.
  • Iglesias en donde no existe la unidad ni comunión entre hermanos.
  • Cristianos que provocan división, y que murmuran y levantan falso testimonio contra su pastor.
  • Pastores queriendo ser políticos.
  • Iglesias llenas de sensualismo y mundanalidad.

Y la lista continúa.
Pero mi intención no es ser juez de nadie. Esa parte le toca a Dios. Sin embargo, toda esa lista de cosas malas (pecado) que hemos cometido ha sido dañina para el cuerpo de Cristo y una gran deshonra para Dios.
Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. (Heb. 10:26-27)

Ante esto, no podemos negar que merecemos el castigo por medio de este coronavirus que Dios ha permitido vivamos.
Hasta debes hacerte la idea de que quizá Dios te está alertando de que llevas un mal proceder y necesitas volver a los pies de Cristo.
Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. (Ro. 1:18)

¿El Coronavirus es Culpa de Dios?

Ahora que todo el mundo conoce del coronavirus y sabe que es un gran peligro, se hacen una pregunta: ¿Quién es el culpable de todo esto?
Porque claro, siempre queremos buscar culpables a todo lo que sucede, y el CoviD-19 no es la excepción.
Como te habrás podido enterar, en internet hay muchas hipótesis de quien o quienes podrían ser culpables de expandir el coronavirus en todo el mundo.
Se habla de conspiraciones del vaticano junto al papa, Bill Gates y Estados Unidos, los Iluminatis y la OMS. Todos juntos con la posible meta de crear el Nuevo Orden Mundial y colocar la marca de la bestia al mundo entero.
Y por último, hasta culpan a Dios por todo lo que causa la pandemia del coronavirus.
De hecho, internet está lleno de información donde se narran historias de los conspiradores. Hasta los cristianos han abarrotado internet con supuestas profecías Bíblicas sobre el coronavirus.
En ambos casos, son situaciones cuya información no ha sido corroborada de manera genuina, sino que ciertas personas malinterpretaron las cosas y las comparten como hechos verídicos.
Por otro lado, para encontrar respuesta a esta pregunta se hace necesario entender y comprender que vivimos en un planeta caído que está infectado de plagas, bacterias, enfermedades, etc., a causa del pecado que viene desde Adán (Gn. 3).
Ahora, preguntarte si el coronavirus es culpa de Dios o por qué Dios lo ha permitido, es como querer ingresar a la mente de Dios y desear saber por qué el hace cada cosa que hace.
Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora. (Ro. 8:22)

Dicho de otro modo, no debes cuestionar a Dios por lo que hace o lo que permite. No tienes la capacidad suficiente como para confrontar al creador y esperar a que Él te dé respuestas detalladas.
Tu trabajo es creer que Dios hace y deshace teniendo todo bajo control, y que cada cosa, buena o mal, siempre te ayudará para bien (Ro. 8:28).
Yo soy el único Dios y mantengo bajo control todo lo que pasa en este mundo. He existido desde el principio, y existiré hasta el final. (Is. 41:4) – TLA

Entonces, por qué en vez de preguntarte si Dios tiene o no la culpa de este coronavirus que causa dolor en el mundo, no te preguntas qué es lo que Dios quiere decirte con esta pandemia.
Pues, aunque no lo hayas notado, esta pandemia tiene un propósito de parte de Dios que ha llevado a:
  • Cristianos que se someten en oración a Dios.
  • Cristianos y no cristianos buscando arrepentimiento.
  • La fe fría de muchos cristianos ha sido reavivada.
  • Iglesias que están reencaminando su doctrina y predicación a la luz de la Palabra de Dios.

Como ves, todo esto que está causando el coronavirus ha traído cosas buenas para el Pueblo de Dios. Y ha surgido como un llamado de atención para su pueblo que está encaminándose mal.
Y creo firmemente que en estos tiempos debemos estar más preocupados por nuestra salvación, que por culpar a alguien o esperar lleno de miedo a que el coronavirus no me toque.
Entendiendo, además, que lo importante no es si muero o no infectado de coronavirus; lo importante es si muero o no sin tener a Cristo en mi corazón.
Por último.
No puedo decirte con certeza si el coronavirus es culpa o no de Dios, pero si puedo asegurarte que Dios no se ha movido ni un centímetro de su trono. Él sigue en los cielos, haciendo lo que le place (Sal. 115:3), para su gloria, y nuestro bien.

¿Dónde Está Dios Durante Esta Pandemia por Coronavirus?

Con todo lo que estamos viviendo a causa del coronavirus es natural que nos surja la pregunta: ¿Dónde está Dios?
Nadie vio venir al coronavirus.
Y ha traído consigo mucho dolor y sufrimiento. Sobre todo ahora que estamos viendo como la economía nos hace gran falta para el sustento de nuestras familias.
Miles de personas han sufrido la pérdida de sus negocios, de sus puestos de trabajo, y las deudas comienzas a causar dolores de cabeza.
En mi caso, llegué a sentir tanta vergüenza ante la pérdida económica, que lloraba y le decía a mi esposa: “Siento no ser el hombre con la capacidad de proveerte durante esta pandemia en medio de esta falta de dinero”.
Y las deudas comenzaban a destruir mi tranquilidad.
Pero estaba muy seguro que como el caso mío había muchos más alrededor del mundo. ¿Acaso no tenemos el suficiente derecho de preguntar dónde está Dios? Claro que sí.
Entonces Dios usó la boca de mi esposa para traer paz a mi vida. Ella, con su amor y paciencia, me dijo: “De esta vamos a salir. Dios nos respalda. Y aunque lo perdamos todo, Jesús nos va a ayudar a recuperarnos. Entre tanto, tú y yo, debemos seguir dándole la gloria a Dios aunque todo vaya mal”.
Sin lugar a dudas, lo que mi esposa dijo era la respuesta de Dios diciéndome: “Aquí estoy hijo, nunca me he ido. Sigo estando en control de toda esta situación” (Is. 41:4).
Con esto aprendí y comprendí que mi trabajo no es cuestionar en donde está Dios durante esta pandemia del coronavirus. Mi trabajo es creer que Él está presente aun en los peores momentos, y que sin importar el resultado, Dios merece toda mi alabanza (Heb. 13:15).
Finalmente.
Dios no te promete vivir una vida llena de alegrías y colores, pero si te asegura que Él siempre se mantendrá en control absoluto.
Tú solo debes estar tranquilo y confiar porque Cristo ha vencido al mundo (Jn. 16:33).
Además, esto que sucede no es porque Dios no te ama. De hecho Él sufre y entiende; no tenemos un Dios de piedra e indolente. Él debe tener una buena razón para no detener lo que sucede. Y no puede ser que no te ame, si no mira lo que Él hizo en la cruz por ti.

En Conclusión

Es normal que las personas, hasta los cristianos, se hagan la pregunta si el coronavirus es culpa de Dios. Lo que si no es normal, es que los cristianos usemos la Biblia para hallar sustento a nuestro pobre fundamento de que Dios es el causante de esta pandemia.
La Palabra de Dios no dice claramente que el coronavirus sea creado por Dios para ser propagado en estos tiempos.
Sin embargo, tampoco descarto la posibilidad de que nuestro Dios, teniendo todo bajo control (Is. 41:4), esté permitiendo este coronavirus con un propósito especial.
De hecho, hemos aprendido en este artículo que este coronavirus está provocando muchas cosas espirituales entre los cristianos. Esto, entonces, se convierte en prueba suficiente de que Dios usa el coronavirus para darnos un mensaje a los cristianos y no cristianos.
Además, debes comprender y entender que Dios en su infinito poder y gloria no se ha movido ni un centímetro de su trono. Él sigue siendo Dios a pesar de lo que esté causando este coronavirus.
Y entonces, te toca aguardar con fe y oración para que Dios te proteja y en su bendita voluntad no puedas ver la muerte. Pero si sucediera lo contrario, será mejor morir con Cristo en el corazón que vivir sin coronavirus y terminar tus días sin Él.
Finalmente, quisiera que me digas en los comentarios si ¿piensas que Dios tiene la culpa del coronavirus? ¿Crees que Dios nos está castigando y diciendo algo con esta pandemia? Te leo haya abajo.