Tras muchas adaptaciones juveniles a la gran pantalla que han revolucionado la taquilla y la crítica como Los juegos del hambre, han logrado crear legiones de fans como Crepúsculo o dejar indiferente a la gente en general como The host, Cazadores de sombras o Hermosas criaturas llegamos a un año en el que ha funcionado en cierto modo poniendo de ejemplo a Divergente. Cinta que por muchos palos que se ha llevado ha logrado ser menos empalagosa, estúpida y vergonzosa que otras adaptaciones juveniles a la gran pantalla y me resultó más agradable y mejor dirigida que la primera de los juegos del hambre. Cuando hablo de estas cosas es porque El corredor del laberinto también es una adaptación juvenil y como todo propósito de estas películas es amasar legiones de fans para hacer taquilla pero también quizás con un mínimo de coherencia algo que no termina de guardar del todo la cinta y según he oído como adaptación resulta una aberración como pasara en su momento con Eragon. No sé aún cuanto habrá costado pero tras salir del visionado, salí en cierto modo contento a la vez que decepcionado. Sentía como el tráiler te vendía todo lo mejor y que por más que el misterio fuese la baza principal de la cinta y la que en cierto modo mantuviese la tensión y la imprevisibilidad no logra ser una cinta memorable que impacte en el espectador porque una vez llegamos al tercer y ansiado acto final vemos que todo es más de lo mismo. Es cierto que Dylan O’Brien me sorprendió ya que no le conocía y temía que no alcanzase un nivel de decencia como protagonista que tiene que soportar el peso de la trama.
Los tópicos y los agujeros en el guión están presentes, el tema de las criaturas me resultó decepcionante al igual que la dirección del debutante Wes Ball que resulta cargante, oscura y repetitiva, no hay rastro de autoría ni de estilo propio, es plana y cambia muchas veces en las escenas de acción que resultan oscuras y rápidas. El guión no está mal planteado pero no es consciente en algunos tramos de la cinta de lo que está sucediendo como el tema de las piedras que lanza la chica o la maqueta que muchos comprobaréis en la cinta que la coherencia y el sentido lo pierden por completo.
La banda sonora es algo a destacar ya que aún reciclando en su tema principal temas de James Horner o Hans Zimmer logra encandilar la tensión y encaja con el tono de la cinta. Al igual que la puesta en escena y la fotografía está bien llevada ya que el ambiente y la tensión están presentes. No resulta una cinta aburrida o irregular en cuanto a ritmo y además arriesga en varios aspectos. No aprovecha todos los personajes y eso que tenían potencial como el de Will Poulter (‘Somos los Miller’) quien se ve relegado por una gran actuación del chico de ‘La última legión’. Me dejó un tanto confuso el final aunque es acertado porque con un cliffhanger guarda al espectador en su bolsillo y espero que a diferencia con otras cintas del género y adaptaciones si consiga su segunda entrega y no haga una pobre taquilla porque sino se quedará en el olvido de las cintas con final abierto como El último guerrero o Soy el número cuatro que siguen sin ver su secuela aunque sea cambiando de equipo directivo y producción.
En definitiva, El corredor del laberinto es una entretenida y disfrutable por momentos cinta juvenil que marca buenas ideas, el misterio está presente y aun teniendo un resultado previsible no llega a hacerse pesada para sus 106 minutos de duración, eso sí, la crítica especializada le dará muchos palos sino tiempo al tiempo.