Leonardo, “Leo” para los cuates, es un adolescente de 15 años encantador pero con una seria dificultad: es invidente. Solo que eso no le genera ningún problema y asiste a la escuela como cualquier chico de su edad, utilizando libros en braille y una máquina de escribir con el mismo sistema. Su mejor amiga es Giovana, quien todos los días lo lleva hasta su casa a la salida de la escuela, aunque ella vive algunas cuadras antes. Un día llega un nuevo chico a su clase llamado Gabriel, y como además de lindo parece ser algo tímido, lo invitan a juntarse con ellos y hacerse mutua compañía en el viaje de regreso a casa, pues Gabriel vive calles más adelante que Leonardo. La amistad surgida entre los tres, pronto se transformará en otra cosa cuando la convivencia diaria haga que Leo comience a cuestionarse sus sentimientos sobre el chico y ponga a prueba su amistad con Giovanna cuando decide confesarle que se ha enamorado de Gabriel.
Esta es la sinopsis del cortometraje brasileño de 2010 escrito y dirigido por Daniel Ribeiro (1982), egresado de la Escuela de Comunicaciones y Artes de la Universidad de São Paulo (ECA-USP). No quiero volver Solito (Eu não quero voltar sozinho) sustenta su reparto en las actuaciones de los debutantes Ghilherme Lobo como "Leonardo", Fabio Audi como "Gabriel" y Tess Amorim (la única que ya había intervenido en un corto en 2007) en el papel de "Giovana".
El 18 de Julio de 2010 este trabajo de 17 minutos fue estrenado durante la tercera edición del Paulínia Film Festival, donde obtuvo nada más y nada menos que el premio concedido al Mejor Guión, y en la categoría de cortometrajes, los premios del Público, la Crítica y el Jurado Oficial del certamen. A partir de ahí fue exhibido en varias salas comerciales y en varios Festivales de cine a nivel nacional, tanto generales como de temática LGTB, donde ganó muchísimos reconocimientos por su guión, reparto y director. A nivel internacional ganó los premios de Mejor Cortometraje en Festivales de temática gay de Filadelfia, Seattle, Torino y Barcelona. Las recomendaciones y descargas en varios sitios de internet ayudaron a popularizar el éxito de este cuarto trabajo de Daniel Ribeiro como director, quizá más que otro de sus títulos, Café con Leche (Café com Leite, 2007) que le reportó el Oso de Cristal al Mejor Corto en el Festival Internacional de Cine de Berlín.
Pero, cómo surgió No Quiero Volver Solito en la mente de su director. Ribeiro respondió: "Surgió de la pregunta: ¿de dónde viene nuestro deseo? ¿Viene de adentro o del exterior? Así que cuando tomas a un personaje gay que no ha visto nunca a un hombre, nunca ha visto a una mujer, ¿cómo es qué ese deseo surge dentro de él? Creo que es fuerte para plantearse algunas preguntas. Por supuesto que el deseo no surge sólo de la visión, aunque la sexualidad tiene mucho que ver con la visión, siempre nos estamos asociando a eso. Por tanto, cuando se ve a un ciego, hace a cada uno pensar en la primera vez que sintió algún deseo."
El premiado trabajo de Ribeiro fue seleccionado por el gobierno brasileño como parte de un programa educativo y cultural para ser presentado en las escuelas, relacionado con la educación sobre diversidad sexual, respeto y tolerancia, a jóvenes estudiantes de la misma edad que los presentados en la película. Sin embargo, un estado prohibió la exhibición del cortometraje en sus escuelas, presionado por los grupos religiosos que solo habían oído hablar de la película y cuya trama les resultaba inadmisible: ¿un chico ciego? ¿gay? ¿en una escuela pública? ¿y nadie dice nada? ¿y encima hay happy end?
El público internacional, desconociendo la gestación y éxito de No Quiero Volver Solito, pedía la continuación de la historia (la primera vez que se visualizaba no se sabía que era un cortometraje), y quería saber qué pasaba entre Gabriel y Leonardo, qué cosas cambiarían entre Giovana y los chicos, cuáles eran los verdaderos sentimientos de Gabriel hacia su amigo. Tantos elogios, dudas y peticiones, hicieron a su director replantearse si sería buena idea o no convertir su historia en un largometraje. Por supuesto la respuesta de los fans no se hizo esperar: no solo era una buena idea, sino casi una obligación.
Ribeiro buscó financiamiento para la nueva película presentando su proyecto a diferentes concursos fílmicos, y afortunadamente consiguió de los diversos fondos cinematográficos nacionales y extranjeros los recursos económicos necesarios para iniciar la filmación. Lo que siempre tuvo en cuenta, es que los mismos actores de No Quiero volver Solito tendrían que volver a aparecer en este nuevo filme, conservando sus anteriores personajes, pues una parte del éxito del corto fue precisamente la excelente actuación y química entre sus protagonistas. “Va a ser un largometraje de No Quiero volver Solito que se llamará Todas las Cosas más Simples (Todas as Coisas Mais Simples)… La idea es que sea con el mismo elenco. No lo digo para que la gente no me odie, pero el largo no es una continuación del cortometraje. Creo que la gran gracia de esta historia es el descubrimiento del chico que es ciego. Y tal vez se pueda hacer después una serie de televisión…” mencionó el director durante una entrevista.
La película solo duró un mes en filmación, se inició el 8 de febrero y ha concluido el 7 de marzo, encontrándose ahora en postproducción. La mayor parte de las escenas fueron rodadas en diferentes puntos de la Ciudad de São Paulo. La historia extendida incluye conocer cómo es la familia de Leonardo, cuál es la relación que tienen los chicos con sus maestros y compañeros de escuela, cómo conviven durante un campamento escolar, cuáles son los sentimientos de Giovana hacia su amigo Leo, o si hay alguna chica enamorada de él. Lo sabremos hasta el año que viene, pues Todas las Cosas más Simples tiene planeado estrenarse hasta 2014.
Mientras tanto, si no han visto el corto original, disfrútenlo por primera vez. Si ya lo vieron y les gustó, vuelvan a emocionarse con esa sudadera roja sobre el escritorio de Leo, con esa pregunta de “¿tú crees que la gente piensa que soy bonito?”, o con esa mano que elige tomar del brazo a su compañero en lugar del de su amiga, con esa confesión inesperada y por supuesto, con ese final que quita el hipo. ¡Hasta la próxima!