Detrás de esas huellas hay padres, profesores, amigos, familiares...personas con las que querer alcanzar ¡la luna!
Y como no, dedicado también a los protagonistas de la acción, a los que no dejaron de caminar, pese al cansancio, a los parones, al desánimo...
¡Enhorabuena a todos!
Vuestra aventura acaba de empezar