Un año más, y ya van nueve, los Premios Fugaz materializaron la gran fiesta del cortometraje español. En una sala repleta de público (al menos unas 1000 personas), la más grande de los cines Kinépolis de Madrid, el cortometraje "Una cabeza en la pared" de Manuel Manrique destacó entre todos los títulos al obtener seis premios, incluido el de mejor cortometraje del año.
Presentado con maestría por el cómico y ventrílocuo Jaime Figueroa, los Fugaz reconocieron el magnífico trabajo de "Una cabeza en la pared" de Manuel Manrique con seis premios incluyendo el de mejor cortometraje, mejor fotografía y mejor banda sonora. Magnífico trabajo que retrata a la España más cañí con una ambientación de órdago y un trabajo enorme de Nacho Sánchez. Durante la gala nos adelantó el equipo que en septiembre se iniciaría el rodaje del largo basado en este corto. Gran noticia.
Otra de las triunfadoras fue "Ángulo muerto" de Cristian Beteta que se llevó los premios a la Mejor Dirección y a la Mejor actriz para Eva Llorach. Impresiona este alegato contra el bulliyng y la violencia que nos hace recapacitar sobre la sociedad en la que vivimos. El premio a Mejor actor fue para el gran Ramón Barea por "29 de febrero" de Diego Fandos, una emocionante pero a la vez triste fotografía de la soledad y abandono de las personas mayores.
El premio de honor de este año recayó en la directora Arantxa Echevarría, la realizadora más taquillera del cine español y responsable de "La infiltrada", ganadora del Goya a mejor película. Con doce cortometrajes a sus espaldas, con mucha naturalidad y sinceridad se reconoció cortometrajista y apostó fuertemente por mantener este formato.
Con un sector que siempre está pendiendo de un hilo, es ilusionante mantener premios que reconocen el talento emergente y consolidado en un formato que cuenta con grandes problemas para la distribución. Los Fugaz mantienen la llama encendida para recordarnos el esfuerzo de tanta gente que apuesta por la cultura con medios muy precarios.
José Daniel Díaz