escenario y pupitre, ring, pantalla, vistoso
diorama extendido sobre un fondo boscoso
desde el que emergen pájaros o fieras... Sus esquinas del desierto o destierro son como concertinas
que disuaden del salto y convierten en coso,
más circense que táurico, el lugar del acoso
en donde las palabras te cercan. ¿Adivinas el giro inesperado que ahora quieren brindarte?
¿Sabes por qué caminos inhóspitos te llevan?
¿Estás seguro, amigo, de que quieres seguirles el juego, aunque te cueste? La vida está en zafarse
si el agua se desborda. Y estas líneas lo prueban:
el papel se ha llenado de espumas blanquecinas que rompen las barreras más de lo que imaginas...
Y a todos los que esperan no sabes qué decirles