En el gráfico se recoge la composición según su generación de los 261.000 gigawatios hora de electricidad consumidos en 2007. Los segmentos de cada tecnología son proporcionales a su producción. Cada segmento está a la altura del coste de generar un kilowatio hora según esa tecnología (ver escala de la izquierda, en céntimos por kWh). Para algunas tecnologías hay dos segentos. En carbón y ciclo combinado, el barato no tiene en cuenta el coste de las emisiones, el caro (en azul) supone que una tonelada de CO2 cuesta 25 euros. Para la eólica, el segmento barato incluye las ayudas y subvenciones recibidas por esa tecnología (es decir, ese segmento señala el coste percibido por las empresas).
Se observan en el gráfico las siguientes propiedades del sistema español en su relación con el coste de emitir CO2:
- Las ayudas a la generación eólica son suficientes para garantizar la rentabilidad privada de su producción, incluso si los permisos de emisiones de CO2 tienen un precio cero. La eólica con las ayudas presentes (unos 3,7 céntimos por kWh) es más barata que el carbón y que el ciclo combinado si no cuesta nada emitir CO2.
- A 25 €/Tm de emisiones el ciclo combinado desplaza al carbón (el mínimo para que esto ocurra está en torno a los 15 €/Tm).
- Si no existiera el mercado de emisiones, la prima equivalente para que la eólica fuera más rentable que el ciclo combinado debería estar en un mínimo de 2,4 c€/kWh. Para que fuera más rentable que el carbón, el mínimo debería ser 3,2 c€/kWh.
- A 25€/Tm de CO2 hay un amplio margen para reducir la prima a la generación eólica y mantener rentable esta tecnología para las empresas: bastaría con una prima en torno a los 1,4 c€/kWh).
- Hace falta un precio por encima de 30 €/Tm para que la eólica, sin primas, sea más barata que el carbón.
- Hace falta un precio mucho más alto, en torno a 56 €/Tm, para que la eólica sin ayudas sea más barata que el ciclo combinado.
- Las obsoletas centrales de fuel son también las más caras.