El crecimiento del bebé que toma leche materna

Por End0rfina
Cuando vamos a los distintos controles de salud con el bebé, uno de los momentos que más preocupan a las mamás es el momento "báscula": el saber si sus niños están engordando correctamente.

A la hora de valorar el crecimiento y desarrollo de un bebé, debemos saber que los niños amamantados tienen un patrón distinto a los que toman biberón. Por lo general, los lactantes amamantados ganan más peso durante los primeros meses y a partir del 4-6º mes, su ganancia es menor que la de aquellos alimentados con sucedáneos de leche materna.
 La mayoría de las tablas de crecimiento usadas están basadas en lactantes amamantados con sucedáneos. Es por este motivo que la Organización Mundial de la Salud elaboró sus propias tablas utilizando para ello sólo bebés alimentados al pecho. Esas son las tablas que deberemos usar en caso de que el bebé reciba lactancia materna.Estas gráficas establecen la lactancia materna como el patrón de referencia para determinar un crecimiento saludable.
Como os comenté en el post "los dichosos percentiles", los percentiles son medidas estadísticas y, por definición, la mitad de los niños están por debajo de la media. El objetivo no es estar en la media ni estar siempre en el mismo percentil. Es mejor utilizar el incremento de peso durante un periodo, que el peso concreto en un momento determinado.
Así, es relativamente frecuente ver lactantes alimentados al pecho que al llegar al 4º-6º mes, sufran una "caída" en los percentiles. Esto a veces se interpreta como que "la leche de la madre no es suficiente" y se corre el peligro de introducir leche de fórmula, cereales o papillas para "ayudar" Error. No es que el bebé que tome lactancia materna "deje de engordar", es que los lactantes alimentados con fórmula, engordan más.
Conclusión: no te agobies si ves dicha caída de percentiles al 4 o 6º mes de vida de tu pequeño. Si la ganancia de peso es adecuada, y tu bebé está sano y contento, no tienes por qué preocuparte.