El crimen de la calle Grillo de Madrid

Publicado el 21 marzo 2014 por Crónica De La España Negra @lacronicanegra

Siempre hemos leído sobre casas malditas e incluso se han escrito novelas que han llegado a coger cierta fama, aunque siempre eran ficción o eso creen los incrédulos pero, el siguiente suceso lo relató el diario al que seguimos ¿real o no? Juzga tu mismo.

El trágico historial de este inmueble, sito en la calle Antonio Grilo, 3, y edificado sobre un cementerio, comienza la noche del 5 de noviembre de 1945.

Felipe de la Breña Marcos era un camisero de 48 años que vivía en el 3ºD de dicho edificio. Esa misma noche se encontraba solo en su domicilio, fue asesinado de un golpe con un candelabro. La policía no investigó demasiado y directamente se atribuyó el crimen a un robo.

El 1 de mayo de 1962 se produjo el 2º suceso, el más sangriento, también en el mismo piso que el anterior. José María Ruiz Martínez, persona seria, apreciado y dueño de una sastrería, mató uno tras otro a sus cinco hijos y a su esposa.

Después cada muerte de los niños, se asomaba al balcón para mostrar los cadáveres al vecindario y ponerse a gritar “¡Los he matado!” “¡Los quería mucho pero me ha dicho que tenía que matarlos!”.

Esta frase la repetía sucesivamente cada vez que salía al balcón con un hijo distinto ante el sonido de los disparos, los traseuntes se congregaron en la calle atónitos. Finalmente se suicidó de un tiro en la cabeza. Nadie se explica todavía qué le empujó a cometer tal matanza.

En 1964 volvió a ocurrir otro suceso. Rufino Martínez también vivía en el 3ºD, piso donde ocurrieron los asesinatos anteriores, al ir a colgar una chaqueta en el armario se encontró, como si se tratara de una prenda más, el cadáver de un recién nacido.

Su compañera le ocultó el estado de embarazo y tras el alumbramiento, decidió ahogar al niño en la bañera. A la vista del infanticidio cometido enloqueció y dejó el cadáver expuesto en el ropero.

Durante un tiempo la prensa de la época se refirió al edificio como “La casa maldita”.

José Maria, estaba casado con Dolores Bermúdez Fernández, era un matrimonio “triunfador” debido a la prosperidad con la que contaban gracias al negocio que regentaban. Tuvieron cinco hijos, Maria dolores, de 14 años; Adela, de 12, José María, de 10, Juan Carlos, de 7 y Susana de 18 meses.

Edificio “Maldito”Portada “El Caso”Dibujo a carboncillo “Crimen del sastre”