Es la primera vez que un tribunal da por probada la “práctica sistemática” de apropiación de hijos de desaparecidos. El “juicio a las juntas” del alfonsinismo había descartado que se tratara de un plan, y consideró que se trataba de “casos aislados”. En aquel entonces, Videla fue absuelto por cinco de los seis casos que llegaron a juicio.
Se estima que medio millar de chicos fueron sustraídos por los represores, privados de su identidad y entregados a otras familias. De ellos, fue recuperado un centenar, gracias al esfuerzo de los organismos de derechos humanos. El resto permanece secuestrado.
En este juicio fueron juzgados tan sólo 35 casos; entre ellos, 20 que fueron recuperados por sus familias biológicas. Sólo un padre y una madre -entre los casos que se ventilaron durante el juicio- sobrevivieron a la represión. La causa había sido iniciada por Abuelas de Plaza de Mayo, bajo el menemismo; hace exactamente 16 años.
A pesar de reconocer que se trató de un “plan”, el monto de las condenas resulta de los casos individuales que la Justicia dio por probados, ya que el código penal tipifica la apropiación ilegal de niños, pero no su práctica sistemática. Las penas -que incluso resultan mezquinas- llegan después de tres décadas de impunidad. Actualmente, Videla tiene 87 años.
Jacyn