Revista Cultura y Ocio

El Cristo de la Caridad de Puebla de Montalban

Por Pablet
Resultado de imagen de Cristo de la Caridad de Puebla de MontalbanCRISTO DE LA CARIDAD
Cristo della carità(italiano) Christ de la charité(francés) Christus der Liebe(alemán) Hristos al carității(rumano) Kristus lásky(checo) Христос на милосърдие(búlgaro)Cristo da caridade(portugués) क्राइस्ट ऑफ चैरिटी (hindi)
المسيح المحب (árabe) Chrystus Miłosierdzia (polaco) 慈善基督 (chino) Christ of charity (inglés) (*)
LA INTRAHISTORIA DE SU IMAGEN
1-IMAGEN DEL CRISTO DE LA CARIDAD:
Es una imagen de Cristo en la Cruz para el culto y la procesión.
De autor anónimo, está hecha mediante el procedimiento del papelón por “el positivado de un molde mediante papel engomado formando una capa considerablemente gruesa”.
Es totalmente hueca. Fue hecha a mediados del siglo XVI: en la corona de plata aparece la fecha de 1565.
Resultado de imagen de puebla de montalban mapaTiene “un tamaño (1,30 cm x 1,35 cm) algo inferior al real y está realizada en bulto redondo completamente policromada…
Clavada a la cruz mediante tres clavos y un tornillo pasante en la zona central de la espalda…
Talla realizada sobre madera de frondosa, previsiblemente por los estudios técnicos realizados, en madera de pita o de palmera…dando junto a un mínimo peso una gran resistencia física. 
En la visión de las radiografías vemos claramente todo esto así como la inexistencia de ataque de xilófagos en ninguna de las partes de la escultura…La cruz realizada sobre madera de pino, de época posterior a la escultura y de peor calidad” (Informe del restaurador Don Luis Priego, 15 de septiembre de 1996).

2-EL CULTO A LAS IMÁGENES
Desde muy pronto los cristianos comenzaron a poner imágenes en sus manifestaciones religiosas y de culto: los frescos de las catacumbas, los relieves de los sarcófagos (siglos II-III), las grandes basílicas desde el siglo IV. Los mosaicos, las pinturas.
 Después, los retablos, las portadas de iglesias y catedrales, las estatuas e imágenes para culto y procesiones: todo ello como expresión de la fe cristiana y como una proclamación de la Historia de la Salvación.
Ya en el siglo XIII enseñaba la teología que “el movimiento que se dirige a la imagen en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a la realidad de la que ella es imagen” (Santo Tomás de Aquino, 1225-1274). Las imágenes no son meras fotografías: su sacralidad consiste en llevarnos a una contemplación interior, al encuentro con el Señor.
 “El honor dado a una imagen se remonta al modelo original” (San Basilio Magno, 329-379). Y el Concilio de Nicea II en el año 787 ya enseñaba que “el que venera una imagen, venera al que en ella está representado”.
3- LA COMUNICACIÓN NO VERBAL DEL CRISTO DE LA CARIDAD
Sin decir ninguna palabra, “también la imagen es predicación evangélica. Hoy más que nunca, en la civilización de la imagen, la imagen sagrada puede expresar mucho más que la misma palabra, dada la gran eficacia de su dinamismo de comunicación y de transmisión del mensaje evangélico” (Compendio del Catecismo de la Iglesia, Introducción). 
El Papa Benedicto XVI comentaba estas palabras, diciendo que las imágenes sagradas a la vez que testimonian la secular tradición del arte cristiano “estimulan a todos, creyentes y no creyentes, a descubrir y contemplar el fascinante e inagotable misterio de la Redención” de todos los hombres, pues “Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea” (Libro de los Hechos de los Apóstoles, 10, 34-35).
En el hombre Cristo Jesús encontramos el rostro de Dios, que ha bajado de su Cielo para sumergirse en nuestro mundo y enseñar el «arte de vivir», el camino de la felicidad; para liberarnos del mal y de la muerte y hacernos hijos de Dios.
La vista es uno de los modos más válidos de nuestra experiencia de la realidad y del acercamiento a las personas y a las cosas.
La “mirada de fe” viene ayudada y sostenida por la mirada humana.
La imagen sagrada del Cristo de la Caridad tiene un lenguaje propio, visual y simbólico. No verbal. La imagen crea cercanía, es mediadora de una presencia (“presencializa”), nos lleva a una comunión, se graba en nuestra memoria icónica. ​ Nos conduce a la vivencia de la fe, que obra por el amor.
4-UNA IMAGEN CON HISTORIA
En abril de 1598 llegó la epidemia de peste a La Puebla de Montalbán. Hasta el día 22 de junio habían muerto 800 adultos y 900 niños. A finales de julio eran ya 2.200 los muertos a causa del contagio. 
La población se redujo a la mitad. Se enterraba en el subsuelo de las tres iglesias (San Miguel, La Paz y Capilla del Hospital de la Caridad), que se saturaron y comenzó a hacerse enterramientos en el campo junto a la ermita de San Sebastián. Allí se levanto entre 1733 y 1743 la ermita de la Virgen de la Soledad. ¿Fue en memoria de aquellas víctimas?
El día 1 de abril de 1599 el médico Diego Anes de Mudarra describía la epidemia de peste en La Puebla de Montalbán con estas palabras: “La Peste es enfermedad pessima y perniciosissima, de sordida y profunda putrefaccion que contiene en si seminarios de profundo contagio.
 Y es lethal matando a todos o los mas que da. Y es contagiosa pegándose siempre de unos en otros.
 La cual es de seminario pestilente inserto en los vestidos o habitaciones. Tiene estas señales: fiebre no intensa aunque desasosiega el enfermo en gran manera con angustias, vomitos morfos y fatigas en el estomago, lengua negra, urina tenue aguosa o turbia subingual, excrementos hediondissimos, sin gana de comer, sudor sin alivio, dolor grande de cabeza, unas veces adormecido otras veces esvelado; pulso con poco calor debil y desigual, en el cuero exteriormente salen postillas y manchas como de viruelas de mal color, arribancos, landres, incordios, con dolores intensísimos”.

Este mismo médico, unos días después, daba las siguientes instrucciones para evitar el contagio en las poblaciones afectadas: “Regar con vinagre las calles y las casas todas las mañanas y en las noches hacer grandes humaredas o hogueras de romero, cantueso, tomillo y almoradux y enebro; y esto que dure casi toda la noche hasta por la mañana se rieguen con vinagre las calles como dicho esta.
 Que no se hagan juntas en que se comuniquen unos con otros sino que se hablen a diez pasos de distancia por lo más.
 Que en una casa que se hubiere muerto algún enfermo o estuviere malo no entre persona ninguna, sino que la casa se cierre; y la ropa toda ella se queme sin quedar cosa ninguna, ni coman en los platos y vasijas que hubieran comido ni beban.
 — Que cada uno en su casa ha de apercibirse con una albornia y vinagre con mucha juncia dentro de que huela toda la casa a ser posible; y traigan debajo de la tetilla izquierda un pedazo de soliman a ser posible (se refiere a la “Daphne laureola”, especie de laurel con propiedades curativas). — Que enramen las calles con juncia, cantueso y tomillo y alboradux.
 — Que no coman cosas de pescados salados porque los tengo por sospechosos; sino que coman pescados frescos o huevos; y caza que para esto les doy licencia de comer carne a falta de lo que tengo dicho.
 — Que todos cuantos cayeron enfermos el primer día tomen 4 onzas de este jarabe que traerán de la botica; y tengan el régimen de purgados con el tomando dentro de dos horas una ascudilla de caldo; y comiendo dentro de otra hora de como comieren el caldo o a la hora de las diez. Y el caldo sea de ave 
— Y las gargantas y partes donde salieren las seqillas se unten con el ungüento que también se traerán de la botica; Guarden en todo el mejor regimiento que pudieren y Nuestro Señor les de la salud que puede, que es la verdadera salud”.
En este contexto de miedo y sufrimiento, el día 16 de julio de 1598, fiesta del Triunfo de la Santa Cruz, “a son de campana tañida”, se juntaron las autoridades, el clero y los vecinos de La Puebla e hicieron un SOLEMNE VOTO en honor del Santísimo CRISTO DE LA CARIDAD, obligándose a celebrar “para siempre xamás” la fiesta en honor del Cristo de la Caridad, que se veneraba desde siempre en el Hospital de la Santa Caridad. Y, al igual que en el Voto a la Virgen de la Paz, se comprometen a que todos los años “se hagan las demostraciones y regocijos que convengan en celebración de dicha fiesta”.
En aquel momento el Hospital de la Santa Caridad era regentado por los Hermanos de San Juan de Dios, que tenían “la ospitalidad que suelen y acostumbran”. En la Capilla del Hospital de la Caridad “el Santísimo Sacramento se puso en la custodia del altar cuando se dio a los hermanos”.
San Juan de Dios es reconocido como “fundador del Hospital moderno”. No sabemos cómo influyeron los Hermanos Hospitalarios para que las gentes de La Puebla hicieran este VOTO AL CRISTO DE LA CARIAD.
Desde este momento, la epidemia de peste fue remitiendo hasta su total desaparición. De hecho a la Puebla no llegó el rebrote de peste que se produjo en la comarca en el verano de 1599.
5-INTRAHISTORIA DE LA IMAGEN DEL CRISTO DE LA CARIDAD
Cristo es Dios y hombre verdadero. Igual en todo a nosotros, menos en el pecado. También en la muerte. Cristo murió. Pero resucitó lleno de vida y de gloria: ya no puede sufrir, no puede morir.
Cristo ahora no puede padecer, pero puede compadecer. Si no tuviera compasión, no tendría amor. Y si no tiene amor, no es Dios. Porque Dios es amor. Dios ama tanto al ser humano que “se hizo hombre para poder morir” (Benedicto XVI). Y así muriendo destruyó nuestra muerte y nos hace partícipes de su vida inmortal. Él sufre, padece y muere en nosotros, con nosotros y por nosotros. « Dios es amor » (1 Jn 4, 8): Dios com-padece.

Este supremo acto de amor de Cristo en la cruz fue un hecho real, histórico (“bajo Poncio Pilato”). Pero por ser un acto de amor de Dios, es infinito en el tiempo y en la intensidad. Es eternamente actual. Para Dios siempre es hoy. Ahora también Cristo, muerto en la cruz, es para nosotros hombres y mujeres de 2019, la gran prueba del amor que Dios nos tiene a cada uno de nosotros. La gran prueba ahora de su com-pasión: sigue sufriendo con nosotros, por nosotros y en nosotros. No sólo en 1598.
Todos los días la imagen del Cristo de la Caridad “presencializa” este misterio del Dios crucificado, qe debe quedar grabado en nuestra memoria icónica.
6-UNA VISITA MÁS QUE TURÍSTICA
Para captar en toda su profundidad el mensaje no verbal, que sólo con mirarla, nos transmite la imagen del Cristo de la Caridad, debemos dejarnos llevar por San Agustín (354-430): “Vides Trinitatem, si vides caritatem=Si contemplas la Caridad, contemplas la Trinidad”, es decir, contemplas el ser mismo de Dios, que es Amor.
6 JULIO, 2019 / MARIANOESTEBANCAROhttps://marianoestebancaro.wordpress.com/2019/07/06/puebla-de-montalban-cristo-de-la-caridad/&version;
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