El criterio de Llull y el carácter de Reyes

Publicado el 15 junio 2013 por Toni_delgado @ToniDelgadoG
El base y el pívot paralizan a un Barça obligado a ganar el cuarto partido para evitar que su rival se proclame campeón de la Liga ACB en el Palau (72-84)

Llull celebra una canasta - ACB 


Miró a la grada y bajó los brazos a cámara lenta. “Calma, calma” venía a decir Nicola Mirotic a un Palau al que se le acababa de atragantar su triple a poco menos de un minuto y otra canasta segundos antes –en zona mixta Wallace pediría perdón: “Me siento responsable por la defensa a Mirotic”– . La distancia, 70-80, fue ya inabordable para un Barça que estuvo siempre a remolque de un Madrid liderado por un Sergi Llull (Maó, Menorca, 1987) que supo dominar el tempo del partido y frustrar los esfuerzos de los
azulgrana con puntos (12) y asistencias (5). Llull se pareció al mejor Sergio Rodríguez                –desafinado por segundo partido consecutivo– y Reyes fue Reyes (20 puntos, cinco rebotes para un 26 de valoración), ese jugador al que le mueve un amor propio y un tesón difíciles de encontrar. Entre Llull y Reyes habían paralizado a un Barça que sobrevivió casi hasta el final a trompicones y gracias a los picos de aciertos de Jasikevicius y sobre todo de Navarro y que también fue penalizado por fallar cuatro de sus últimos seis tiros libres. Mirotic concretó la obra perpetrada por sus compañeros y firmó los últimos once puntos de un partido (72-84) que obliga a los locales a vencer el domingo para impedir que su rival se proclame campeón de la Liga ACB en el Palau.

Era un Palau diferente, repleto e ilusionado con su equipo después de la remontada del segunda parte. Una grada que supo que a su equipo le tocaría volver a revertir una situación delicada desde el principio, cuando al Barça le costó dos minutos y medio en lanzar y anotar su primera canasta, tras tres pérdidas. Poco más tardó Xavi Pascual en cambiar a un Huertas perdido al que no dio ni siete minutos en total y a Tomic, claro perdedor ante Begic y que lleva varios partidos muy por debajo de sus posibilidades. Lorbek, reaparecido tras su susto en el partido anterior que le llevó al hospital, hizo cuando punto y Wallace continuó fiel a su ideario: es un jugador limitado y tiene un coraje ilimitado. El ala-pívot australiano llegó a capturar tres rebotes ofensivos consecutivos para un Barça que dependía de Navarro. En su duelo con Rudy, el capitán se trabajaba las canastas –anotó seis de los primeros ocho puntos de su equipo (8-13 a los 7m 1s)– ante un Madrid que se procuraba situaciones mucho más sencillas, con Llull y Reyes omnipresentes. La irrupción de JasikeviciusLa salida de Jasikevicius, como tantas otras veces, fue imprescindible para el Barça. Durante casi todo el segundo cuarto, cuando alcanzó once puntos, el base lituano jugó casi solo contra Reyes, que se cansaba de coger rebotes ofensivos y de anotar con una facilidad pasmosa, además de cargar con personales a los jugadores interiores rivales –recibió siete infracciones–. Otro chispazo de Navarro y las tres canastas de Lorbek impidieron a los visitantes irse al descanso con una ventaja mayor (35-41), tras una primera parte larga y trabada. Begic continuó empequeñeciendo a Tomic y al Madrid no le importó que a Rudy, desacertado en los triples (0/5), le doliese la espalda ni que Oleson liderase a un Barça que se adelantó (46-45 a los 26m 3s) por segunda y última vez tras el 0-2 inicial gracias a un dos más uno del propio Tomic. Al conjunto de Pablo Laso tampoco le suponía un trauma no acertar con los lanzamientos desde más allá de 6'75 (5/22 por los 5/19 de los locales), pues dominaba a su antojo el rebote ofensivo. Carroll sumaba sus pocos puntos con tiros libres y en un momento Llull se procuró un par de contras, finalizadas con un mate y su primer triple en cuatro intentos (50-56 a 29m 39s) que golpearon con fuerza a un Barça que se vio 52-61 tras otra canasta más tiro adicional de Reyes (a 8m 42s). 

Navarro empezó a fabricar puntos sin descanso, hasta doce en el último cuarto, pero falló dos tiros libres seguidos, dos de los cuatro fallados por su equipo en un tramo final en el que Mirotic concretó la labor iniciada por Llull y Reyes. “Desde el principio han dominado ellos. Hemos defendido muy mal y no hemos controlado el partido en ningún momento. Tenemos que mejorar muchas cosas”, sentenció Navarro en Esport3. A unos metros, Reyes tenía otra cara y otro discurso: “Hemos salido muy serios desde el principio. Sabíamos que podíamos ganar aquí. Hemos sido un equipo sin miedo. Me he encontrado muy bien y con confianza”.

BARÇA 72 (13+22+15+22):Huertas (0), Navarro (20), Ingles (0), Wallace (8) y Tomic (10) –quinteto inicial–; Sada (3), Jasikevicius (13), Todorovic (2), Mavrokefalidis (2), Rabaseda (0), Oleson (7), Lorbek (7). MADRID 84 (17+22+15+28): Llull (12), Rudy (8), Suárez (0), Mirotic (18) y Begic (8) –quinteto inicial–; Draper (0), Reyes (20), Rodríguez (2), Carroll (5), Darden (7) i Slaughter (4). Eliminado Mavrokefalidis (min. 40).