El cromosoma Y es específico de los varones, y su ADN puede rastrearse fácilmente a través de linajes masculinos. Por su parte, el ADN mitocondrial se hereda solo de la madre y se puede utilizar para trazar los linajes femeninos. En el primero de los dos trabajos se secuenciaron los genomas de 69 varones de nueve poblaciones distintas alrededor del mundo, documentando miles de mutaciones que han influenciado el cromosoma Y a lo largo del tiempo.
“Hemos creado un mapa muy detallado de la secuenciación del cromosoma Y humano empleando la tecnología actual. Este mapa nos permite catalogar rápidamente la variación genética humana de los hombres de la muestra en todo el mundo”, explica a SINC Carlos Bustamante, de la Universidad de Stanford (EEUU) y coautor de una de las investigaciones.
Sus hallazgos muestran que el ancestro común más reciente con un cromosoma Y –también conocido como MRCA masculino– apareció en el planeta hace entre 120.000 y 156.000 años. Las estimaciones anteriores para este MRCA variaban entre 50.000 y 115.000 años atrás. Al aplicar las mismas técnicas analíticas al ADN mitocondrial, los investigadores también calcularon que las mitocondrias y el linaje materno moderno se originaron en algún momento entre hace 99.000 y 148.000 años.
Bustamante explica además que se puede usar este mapa de la secuenciación del cromosoma Y humano para generar un ‘reloj’ muy bien calibrado de los principales acontecimientos hasta la fecha de la historia demográfica humana. “Por ejemplo, hemos sido capaces de diferenciar tres linajes antiguos que se dividen hace cerca de 40.000 años, con una alta precisión”.
El otro estudio, liderado por Paolo Francalacci de la Universidad de Sassari (Italia) describe el análisis genético de 1.204 hombres de la isla de Cerdeña.
Estos investigadores identificaron miles de mutaciones del cromosoma Y a través de esta población –6.751 nunca antes documentados– y sugieren que los linajes paternos humanos se fusionaron hace entre 180.000 y 200.000 años.
“Creemos que sigue existiendo una gran cantidad de variación genética dentro de África que aún tenemos que caracterizar”, añade Bustamante.
Tomados en su conjunto, los hallazgos sugieren que el cromosoma Y ‘Adán’ no apareció en el planeta significativamente más tarde que la ‘Eva’ mitocondrial, como aseguraban estudios previos. (Fuente: SINC)