Revista Salud y Bienestar

El cruce del cromosoma sexual puede ocurrir con más frecuencia de lo que se pensaba

Por Saludconsultas @SaludConsultas

Los cromosomas sexuales intercambian parte de su composición genética en un proceso conocido como "cruce", cuando se dividen. La evidencia reciente sugiere que el cruce de los cromosomas sexuales se produce con más frecuencia de lo que se pensaba anteriormente.

Los cromosomas sexuales sufren una división igual que todas las otras células, pero algo les hace destacar de otros cromosomas. Los cromosomas sexuales X e Y cambian piezas únicas de sí mismos cuando se cruzan. Es este fenómeno el responsable de las variaciones individuales entre diferentes personas, incluso hermanos.

Un estudio, descubrió que el proceso de entrecruzamiento ocurre mucho más a menudo de lo que se pensaba anteriormente. El estudio ha ayudado a responder preguntas cruciales acerca de la diversidad de los trastornos de raza y sexo cromosómico en humanos.

El ADN de cruce está límitado: Mito roto

El equipo de investigación analizó las secuencias de ADN de los cromosomas X tomadas a 26 mujeres no relacionadas. Se dieron cuenta de que la diversidad genética era mucho mayor en un área determinada de los cromosomas sexuales nombrados PAR1 (la región del cromosoma X que cruza) en comparación con otras regiones del cromosoma X.

Se esperaba que esta mayor gama de diversidad en la región PAR1 del cromosoma X que de repente se suelta "como un acantilado" en la transición con otras regiones. Lo que los investigadores observaron fue que esta diversidad genética tenía un patrón lento "colina del balanceo". Esta zona de transición se encontró que era bastante difusa y podría ser responsable de varios trastornos sexuales vinculados.

Anteriormente, se pensaba que no existe un límite estricto de recombinación, que poner un límite en el intercambio entre la X e Y. Contrariamente a la creencia popular, la evolución del genoma humano a través de millones de años como resultado poco a poco "inversión" de el cromosoma Y. Con el tiempo, la región determinante del sexo del cromosoma Y (SRY), que determina el sexo de un individuo, ha llegado a estar justo al lado de la frontera.

La proximidad de SRY a la zona límite puede dar lugar a saltos de la SRY sobre al cromosoma X, lo que aumenta las posibilidades de trastornos sexuales vinculados, por ejemplo, la syndrome de Chappelle (SRY varones XX positivos), el síndrome de Turner (una sola X de cromosomas en las mujeres en lugar de los cromosomas XX), Síndrome de Klinefelter (varones con un extra de cromosomas X-XXY), Síndrome de Swyer (la persona es genéticamente masculina con un patrón XY cromosómica débil pero desarrolla ovarios también).

Durante el transcurso de este estudio, los investigadores encontraron 24 genes adicionales ubicados dentro de PAR1 y muchos otros cerca del límite PAR1. Estos genes son importantes reguladores de crecimiento de los huesos y la producción de melatonina. Estos genes también están profundamente asociados con trastornos psiquiátricos, incluyendo el trastorno afectivo bipolar.

Las futuras implicaciones

En este estudio se ha llevado a una mayor investigación acerca de cómo esta cruz frecuente, con el paso del tiempo está contribuyendo a la prevalencia de los trastornos sexuales vinculados en los seres humanos.

La comprensión de la evolución de los cromosomas X e Y es imprescindible para entender las diferencias en la genética de la determinación del sexo.

Encontrados los primeros genes de la felicidad

El genoma humano es uno de los temas más profundamente estudiados. Durante años, los científicos han estado tratando de identificar los genes que son responsables de controlar diferentes estados de ánimo y su intensidad en los seres humanos. Recientemente, los investigadores han aislado ciertos genes que están vinculados a la felicidad. Este descubrimiento puede ser la respuesta a cómo varios seres humanos experimentan la felicidad y cómo se regula el nivel de felicidad.

Este descubrimiento se hizo en un estudio a gran escala llevado a cabo en Amsterdam por los profesores Meike Bartels y Philipp Koellinger en más de 298.000 personas. El estudio se realizó en colaboración con la Asociación de Genética de Ciencias Sociales.

Los genes felices

Estudios previos realizados por la obtención de los datos de los gemelos y sus familia, junto a otras fuentes indican que la felicidad depende, en gran medida, de la composición genética de un individuo. Estos estudios fueron, sin embargo, limitados por su tamaño de la muestra.

Este estudio fue el primero y el más grande de su tipo e incluyó 181 científicos de 145 institutos, incluyendo centros médicos en Rotterdam, Groningen, Leiden y Utrecht, y las universidades de Rotterdam y Groningen.

Los sujetos del estudio fueron evaluados por tres fenotipos, el bienestar subjetivo, síntomas depresivos y neuroticismo. El estudio, se transformó en el aislamiento de las tres variantes de los genes, que explican por qué el nivel de depresión varía entre diferentes personas. La ubicación de estos genes también se consideró importante. Se han encontrado once regiones en el genoma humano que se asocia con diferentes grados de neurosis. Se identificaron tres variantes para el bienestar subjetivo y dos para los síntomas depresivos.

Se descubrió que los genes expresan felicidad principalmente en el sistema nervioso central, las glándulas suprarrenales y el páncreas. Este estudio muestra que la felicidad y la depresión se superponen en gran medida.

Las perspectivas de futuro

Este estudio ha allanado el camino para futuras investigaciones sobre la diferencia individual en los niveles de felicidad y el papel de estos genes en el control del grado de felicidad. Ha demostrado ser un gran avance para la búsqueda de genes que son responsables de supervisar diversos estados de ánimo en los seres humanos y se espera que pedirá más investigaciones sobre los diferentes estados de ánimo.

Este estudio ha abierto las puertas para la investigación sobre una de las enfermedades más frecuentes de los tiempos modernos, para averiguar acerca de los genes que regulan la depresión. Los responsables políticos han empezado a centrarse en el bienestar individual, ya que la felicidad y el bienestar juegan un papel clave en la salud física y mental de una persona.

Este estudio ha demostrado ser un ser innovador, ya que ha ayudado a determinar la genética de la felicidad mediante el descubrimiento de tres variantes de estos genes. Pero aún así, hay muchas más variantes para ser descubiertas y este estudio fue sólo el trampolín.

Encontrar la ubicación de estas variantes jugará un papel clave en la comprensión de las diferencias individuales entre las personas. También ayudará a determinar por qué diferentes personas experimentan diferentes niveles de felicidad. Esto ayudará a desentrañar los secretos de la naturaleza y la interacción entre la naturaleza y el medio ambiente del hombre y el impacto de esta interacción en el nivel de felicidad.


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