Santos y Palmeiras ganaron el Brasileirão ocho veces. El São Paulo, seis. Corinthians y Flamengo, cuatro. Vasco, Fluminense y, ahora, el Cruzeiro, tienen cuatro.El equipo mineiro ganó la Taça Brasil del 1966, con los grandes Piazza, Dirceu Lopes y Tostão, el Campeonato Brasileiro de 2003 y los de 2013 y 2014. Dos años en los que fue absoluto en su superioridad ante los rivales.
El secreto del Cruzeiro está en la estabilidad de una la planificación profesional y a largo plazo, que empieza por la apuesta en su entrenador. Marcelo Oliveira lleva casi dos años en el comando del equipo, cosa rara en Brasil. Exfutbolista de éxito durante los años 1970 en el rival Atlético Mineiro y siete veces internacional con Brasil, el técnico de temperamento tranquilo y conciliador ha montado un equipo veloz y intenso, que juega un fútbol bonito pero sin dejar respirar a los rivales. Un equipo unido y harmonioso, méritos del entrenador que supo administrar la plantilla que se permite el lujo de tener a Julio Baptista, Dagoberto y Neílton en el banquillo.
El club azul de Belo Horizonte se ha mostrado prácticamente imbatible durante toda la temporada. Tiene el mejor ataque del Brasileirão, con 63 goles, el pichichi del campeonato, el mediapunta Ricardo Goulart, con 15 goles, sólo ha perdido dos partidos en casa y lleva ocho jornadas sin perder.La fuerza del Cruzeiro de Marcelo Oliveira es su mediocentro, donde la rapidez en la transición del balón y el toque de calidad del trío formado por Goulart, Éverton Ribeiro y Henrique dan el ritmo y los pases para el boliviano Marcelo Moreno en el ataque. Y hoy brilló más una vez el conjunto.