
El baño por su capacidad para relajar es uno de los factores para crear una rutina a la hora de dormir al niñ@, es conveniente saber que es malo tanto la falta de limpieza como el exceso, así que cada uno decida si es bueno bañar todos los días al niñ@.
Antes de empezar lo primero es tener el baño a una temperatura calentita, dejandote todo lo que necesites a mano, toallitas, crema para el culo, crema corporal, pañal, body, bastoncillos para los oídos de bebé, peine y pijama

Ya con la habitación calentita vamos a comprobar la temperatura del agua (seguro que es un termómetro en forma de oso - ¡uy!, que mono- o cualquier forma pastelona) esté entre 35 y 38 grados, pues bien, metiendo el codo en el agua te habrías ahorrado el termómetro que solo utilizarás una o dos veces, ¡pero era tan mono!. Cogemos al niño@ y entramos en el ring de lucha, a nuestra izquierda con 8 kilos de peso..... el rondador nocturno, el revienta padres, el dobla espaldaaaasss..... ¡Eeeeel niñ@@@@!..... a la derecha el ojeroso, temeroso, sonriente y babeante ..... ¡Eeeeeel padreeeeeee!.
Cuando son recien nacidos yo tuve suerte y mi hija no dió problemas al bañarla, pero a menudo las primeras veces no paran de llorar, es totalmente normal a menos claro esta que la temperatura del agua no sea la idonea. Para bañar esas primera veces se le retira la gasa del ombligo (no importa que se moje mientras cicatriza, lo impotante es que quede bien seco una vez termines), hay que coger al niñ@ con decisión pasando el brazo por detras de la cabecita y agarrandole la axila con la mano, dejandote la otra mano libre para limpiarlo. Le introduces poco a poco en el agua para que se adapte utilizando la esponja (la naturales a mi me encantan) para mojarle, incluida la cabecita. Limpiar suavemente pero siempre de la zona más limpia a la zona más sucia. Si te dá un poco de miedo o crees que tienes poca fuerza puedes utilizar una base de espuma como la que aparece en la foto (esta es de mothercare) que te ayudará.

Tengo que puntualizar que aunque parezca que me quejo nada más lejos de la realidad, ya que disfruto de cada momento con mi hija.