A finales del siglo XIX, la mansión Amberson es la más fastuosa de Indianápolis. Cuando su dueña, la bellísima Isabel, es humillada públicamente, aunque de forma involuntaria por su pretendiente Eugene Morgan, lo abandona y se casa con el torpe Wilbur Minafer. Su único hijo, George, crecerá demasiado consentido y malcriado. Años más tarde, Eugene regresa a la ciudad con su hija Lucy, de quien se enamora el engreído George.
Lo único que me molesta es la voz en off, que va narrando la historia, y que finalmente, presenta a actores y equipo técnico. La voz de Orson Welles.
He leído que esta película sufrió cortes por parte de la productora, y el montaje no corrió a cargo del director. Aún así, es una maravilla.