El “Cuco”

Por Alejandropumarino

Este personaje es, a todas luces, conocedor del paradero en el que se encuentra el cadáver de Marta del Castillo, pero ha preferido guardar silencio, aumentando el dolor de una familia que sufrió tan irreparable pérdida. El Cuco fue cambiando su discurso, siempre con apariencia de veracidad, defendiéndose como un animal herido que huele el peligro, y terminó despachando el asunto con una pena menor para la felonía de la que, en parte, es responsable, junto con sus dos amigos, de quienes ya renegó hace tiempo. El Cuco no tiene formación, ni cultura, afirmó haber sostenido una relación con la asesinada cuando apenas contaba catorce años, y a espaldas de su novio, y ahora serpentea entre los vericuetos de la justicia, para obtener un rédito penitenciario que minimice la pena a cumplir.

No es criticable que se defienda, la reflexión corresponde a nuestros representantes públicos, capaces de crear muchos “Cucos” con los actuales planes de enseñanza, con el todo vale y con la consideración penal que tiene hoy en día propinar un cachete a un chiquillo. Empiezan a tirar los pájaros a las escopetas y eso no deja de ser una forma del mundo al revés, como pasar el carro delante de los bueyes, que se dice por estos pagos patrios. Es inevitable que este tipo de personajes florezca en nuestra sociedad, sobre todo, en ambiente urbano, pero es mucho más posible y probable, que el número resulte significativamente menor si modificamos la formación de nuestros niños y jóvenes.