El cuento de la calabaza

Las cosas que les pasan a las madres primerizas tienen que contarse. Eso podría evitar que otra mamá recién estrenada no pase por lo mismo. Aunque dicen que nadie experimenta por cabeza ajena, confío  que mi historia ayude a otras mamis. Les anticipo que está prohibido burlarse de mí. ;-)
Hace dos semanas nos informaron de la guardería del nene que el viernes, 26 de octubre, debía llevar una calabaza para hacer unas manualidades.  Me entusiasmó mucho la idea porque mi Coco está más despierto y sabía que se lo disfrutaría.El día antes de la actividad fui al supermercado y comencé a evaluar todas las calabazas que había. Estaban las anaranjadas gigantescas y del otro lado colocaron las que regularmente se usan para cocinar.
Compré una de las de cocinar y me fui muy feliz porque había encontrado la calabaza perfecta.
Al día siguiente llevamos al nene a la guardería y cuando le entrego la calabaza a la maestra me dice: “Mamá, eso no sirve”.
Me asomo y veo que la mesa donde los nenes iban a trabajar con las calabazas estaba llena de las anaranjadas.
¡OMG! ¡Qué vergüenza! Salí despavorida al supermercado más cercano y regresé con la indicada.
Mi esposo no paraba de reírse y burlarse de mí. Jajajajajaja
Una vez salimos del cuido, llega otra mamá con una calabaza verde. Muy orgullosa le dije: “Mamá, eso no sirve”. Jajajajaja   Le mencioné que había un supermercado cerca y salió corriendo a conseguir otra.
Esta experiencia, aunque vergonzosa, me recuerda que ser madre primeriza es un reto divertido. Cometeremos muchos errores, lo importante es disfrutarlos y aprender de ellos. Ten por seguro que el próximo año le llevo la anaranjada. Jajajaja
¿Te ha pasado algo vergonzoso por ser madre primeriza?