En febrero de 2015, al mes siguiente de la muerte del fiscal Alberto Nisman, un cadáver que se incendiaba alteró la tranquilidad del barrio, a metros de las torres Le Parc. Hoy sólo se sabe que era una mujer de unos 50 años y 1,60 de estatura. El expediente fue archivado porque el estado del cadáver no permitió identificarla ni nadie lo reclamó, aunque expertos en Antropología Forense consultados por Clarín aseguran que esto todavía es posible.
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Origen: clarin.com