El cultivo de la espinaca

Por Pasape

De temperaturas frescas

Acerca de…

La espinaca -quenopodiáceas- es muy sensible al calor, por lo que hay que buscarle un lugar en el huerto que no sea demasiado soleado en verano. En caso de que vivamos en una región cálida podremos sembrarla a finales de agosto o en septiembre en suelos arcillosos y frescos y ricos en materia orgánica. Deberemos tener mucho cuidado con el exceso de acidez.

Siembra y trasplante

La espinaca se siembra directamenete en el huerto entre marzo y abril, o entre agosto y septiembre si vivimos en una zona de clima cálido, pero nunca en verano ya que las semillas florecen pero no producen hojas. Antes de sembrar se trabaja el terreno con unos 50 gramos de abono por metro cuadrado y se compacta la tierra con el rastrillo. La espinaca prefiere los suelos pesados a los mullidos.

Se siembran a 1 centímetro de profundidad, y a 25 centímetros de distancia entre semillas. Se compacta la tierra después de sembrar.

Cuidados

La espinaca germinará a los diez días de haberla plantado. Se riega con lluvia fina y debe mantenerse el suelo húmedo hasta que aparezcan las primeras hojas de espinaca.

Unos veinte días después de la siembra se eliminan las plantas más débiles (aclareo), y conservamos solo una planta cada 10 centímetros, las que tengan entre tres o cuatro hojas y tengan un aspecto más vigoroso. Si pensáis que las que habéis arrancado están sanas y bien desarrolladas podéis coméroslas en una ensalada.

Hay que tener cuidado con el mildiu y la mosca de la simiente, ya que suelen atacar con normalidad a la planta.

Cosecha

Se empiezan a cosechar a los dos meses y medio o tres meses cuando la planta tiene más de 6 hojas desarrolladas. Se recolectan cortando por la base con un cuchillo o a mano, empezando por recoger las hojas más grandes de la parte exterior.

Es importante saber que no se pueden cultivar espinacas en el mismo lugar hasta pasados 3 o 4 años.