A pesar de la preocupación que genera el aumento, la ONG ambientalista Greenpeace destaca que sea un porcentaje menor al que se registró en el periodo 2010 al 2011, que alcanzó un 85%.
De la misma forma la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, se mostró confiada en que la cifra siga reduciéndose en el futuro. “En cinco años, tenemos la menor tasa de deforestación en la Amazonía y la planta de producción más grande. Lo que pasa es que hay que eliminar, en la base, aquellos que no cumplan con la ley” afirmó.
En el 2006 el gobierno impuso una norma que prohíbe a las 24 empresas exportadoras más importantes de proveerse de granos de soya que hayan sido sembrados en áreas deforestadas de la Amazonía, con lo cual se busca reducir a cero la deforestación para cultivos de soya en el mediano plazo.
Los animales de mayor tamaño son los que pueden dispersar con éxito las semillas más grandes, y su extinción ha provocado una disminución del tamaño de las semillas en poco más de cien años, lo que ha influido negativamente en la regeneración natural de la selva, asegura el estudio.
Según Science, se trata de las pocas pruebas existentes de que la actividad humana puede desencadenar “cambios evolutivos vertiginosos en poblaciones naturales”.
INVESTIGACIÓN
El equipo de investigadores estudió más de 9.000 semillas de 22 poblaciones de Euterpe edulis en la Mata Atlántica de Brasil, a lo largo de la costa sureste del país.
Actualmente sólo un 12 % de la superficie original de La Mata Atlántica brasileña persiste debido a la deforestación, y más del 80 % de lo remanente se encuentra dividido en secciones de menos de 50 hectáreas, en las que los grandes frugívoros, como tapires, monos o tucanes no son capaces de sobrevivir.
En el caso de la palmera, ésta depende de grandes aves frugívoras, como los tucanes, que dispersan sus semillas, garantizando así la regeneración natural de la selva, pero en las áreas de selva divididas sólo persisten aves más pequeñas, que son menos eficientes para la dispersión de la planta.
En las áreas fragmentadas las semillas son sensiblemente menores que en áreas bien conservadas, lo que tiene consecuencias negativas para la regeneración natural, según el investigador Pedro Jordano.
“El menor tamaño de semilla en los fragmentos de selva no se explica por otras variaciones ambientales o geográficas, sólo es atribuible a la desaparición de la fauna", ha remarcado.
La reducción de la semilla influye negativamente en ese proceso de regeneración, constata el estudio. Según los investigadores, menor tamaño implica menor éxito para las plántulas en las etapas tempranas del ciclo vital de las palmeras y mayores pérdidas por desecación.
Fuente: http://elcomercio.pe