La esencia de la primitiva monarquía egipcia queda perfectamente expresada en esta estela funeraria hallada en la tumba Z de la necrópolis de Umm el-Qaab, en Abidos. La estela mide 143 cm de alto y 65 de ancho, y fue realizada en piedra caliza. Se encontró en el exterior de la cámara funeraria y marcaba el lugar donde los visitantes debían rendir homenaje al soberano. Destaca por su fuerza, y por a pureza y sencillez del diseño de los tres elementos que la componen:
1 - Horus: el dios halcón, de quien cada monarca era una personificación, aparece posado sobre el serej, en la parte superior de la estela; el nombre de Horus es el símbolo más antiguo para representar el título del faraón.
2 - El nombre del faraón: aparece escrito con el signo jeroglífico de la cobra o serpiente que se pronunciaba dyet.
3 - El palacio real: se halla bajo la serpiente en la base del serej, que siempre incluía la figura estilizada de la fachada palacial y, encima, el nombre del faraón.
Esta estela se encuentra actualmente ubicada en el Museo del Louvre de París.