Revista Política

El curioso caso del Estado que no quería a sus ciudadanos

Publicado el 08 febrero 2014 por Siempreenmedio @Siempreblog

Son consignas del neoliberalismo económico eliminar los controles de precios, desregular los mercados de capital y redcir las barreras al comercio, además de reducir la influencia del estado en la economía, especialmente mediante la privatización y la austeridad fiscal. Esta ideología, llevada al extremo, explica las palabras de Isabel San Sebastián en el siguiente vídeo:

Isabel San Sebastián es de esas personas que piensan que  papá Estado no debería malgastar dinero público en los ciudadanos de a pie, en el populacho, en los vagos y maleantes; y que el dinero de sus impuestos debería dedicarse a ayudar a los emprendedores, a los empresarios y a las grandes corporaciones, que son las que generan empleo y riqueza al país. Al otro extremo estamos las personas como yo, que pensamos que la iniciativa privada debe estar regulada por el Estado de tal forma que se garanticen los derechos de los ciudadanos y el cumplimiento de las leyes para evitar la evasión fiscal, la violación de derechos laborales o los ERE ilegales; los que creemos que el motor de la riqueza de un país son sus ciudadanos y familias; los que estamos convencidos de que si un trabajador tiene un empleo digno, por el que es justamente remunerado y que le permite conciliar su vida laboral con su vida personal, generará riqueza en su empresa y, por extensión, en su país.

Para personas como Isabel San Sebastián la palabra solidaridad no significa nada por mucho que se llenen la boca con ella (sobre todo si proviene de las instituciones del Estado como pensiones públicas, prestaciones por desempleo, ayudas a dependencia…) y sólo creen en la caridad (cristiana of course). Son personas a las que nunca les ha faltado nada y, por tanto, no conciben que los ciudadanos merezcan ser socorridos por el Estado. Si un joven de 30 años como el del vídeo sigue estudiando está claro que es porque no quiere trabajar. Y si quiere trabajar pero no hay trabajo en España, lo que tiene que hacer es largarse, que sus estudios en centros públicos los está pagando ella con sus impuestos… sólo le ha faltado añadir lo que solía decirme mi padre cuando yo era adolescente: “yo vagos no mantengo”. Esa forma de ver las cosas proviene de su incapacidad para ponerse en el lugar de los menos favorecidos, de su nula empatía con alguien que no sea de su casta; en sus cabezas no cabe que el Gobierno que el pueblo ha elegido le deba algo a ese pueblo, ni siquiera explicaciones. El Gobierno está ahí para hacer ricos a los empresarios ya que si estos son ricos podrán generar empleo. Que ese empleo sea una puta mierda a ellos les da igual mientras nos mantenga callados y consumiendo. Y si no hay empleo, mejor que nos larguemos, no se nos vaya a ocurrir salir a la calle a calmar nuestra desesperación quemando contenedores o rodeando el Congreso.

Señora San Sebastián, los que deberían irse de España son usted y los de su calaña; los que con sus políticas neoliberales han llevado a nuestro país a donde está ahora. Usted y los políticos a los que representa son los vagos y maleantes a los que yo no quiero mantener con mis impuestos. Restos de una mentalidad caduca y lastimosa.


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