Editorial Salamandra ~ 9788498383737
A sus quince años, Christopher conoce las capitales de todos los países del mundo, puede explicar la teoría de la relatividad y recitar los números primos hasta el 7.507, pero le cuesta relacionarse con otros seres humanos. Le gustan las listas, los esquemas y la verdad, pero odia el amarillo, el marrón y el contacto físico. Si bien nunca ha ido solo más allá de la tienda de la esquina, la noche que el perro de una vecina aparece atravesado por un horcón, Christopher decide iniciar la búsqueda del culpable. Emulando a su admirado Sherlock Holmes -el modelo de detective obsesionado con el análisis de los hechos-, sus pesquisas lo llevarán a cuestionar el sentido común de los adultos que lo rodean y a desvelar algunos secretos familiares que pondrán patas arriba su ordenado y seguro mundo.
Si me tocan grito
Bueno, muchísima gente conoce este libro y lo ha leído. Luego de una densa lectura bastante buena me apetecía mucho desconectar y enfrentarme a una lectura mucho más ligera y corta. Desde el año pasado tenía este libro en casa y era hora de leerlo.
Swindon, Inglaterra. Christopher Boone vive con su padre y no tiene hermanos. Tiene quince años y es un niño extremadamente inteligente. Tiene el síndrome de Asperger, y por eso algunos dirían que no es nada normal. Detesta que lo toquen, odia los colores amarillo y marrón, le gusta mirar por la ventana y mirar carros pasar. Si hay varios carros amarillos seguidos será un Día Negro y si ve varios carros rojos pasar será un día Súper Bueno. Tiene una rata mascota llamada Toby y le encanta hacer operaciones matemáticas en su cabeza para tranquilizarse. Un suceso una noche le hará jugar al detective, y claro está, descubrirá cosas de las que no tenía idea.
Este libro es bastante corto, por eso ofrezco una reseña corta también. Yo es que siempre voy con expectativas normales y he salido bien parada. A decir verdad me ha gustado este libro. Siento que es bastante dinámico en el sentido en el que cuenta la historia de Christopher al tiempo que nos cuenta su pasado, y además lo intercala con los aportes de este niño sobre el mundo y problemas matemáticos. En el libro apreciamos muchos gráficos y dibujos representando lugares y problemas matemáticos, cosa que me parece que aporta mucho al libro. Como apunte, Christopher es una especie de Sheldon Cooper, pero más autista.
La historia como tal me parece que está bastante bien. Es claramente una historia de crecimiento, donde el protagonista le sucede algo que le hará crecer o de alguna manera cambiar. Se me ha hecho muy ameno y claro está, no me ha molestado el protagonista. Porque entiendo que el autor plantea un persona con un síndrome que le impide relacionarse con otros y no entender muchos comportamientos de la gente. En ese caso el persona de Christopher está excelentemente bien logrado, y aunque no llegamos a comprenderlo del todo, uno ciertamente le apoya en su aventura de resolver el misterio y lo que sucede después. Me encanta la parte del viaje, donde se detallan lugares a precisión, con nombres e imágenes. Me gusta ese detalle.
Aviso: Me tragué los spoilers de El sabueso de los Baskerville de Sir Arthur Conan Doyle que salen en el libro y que se explican en detalle, así que si no te gustaría que te lo contaran, mejor leerlo antes que leer éste.
En fin, creo que es una novela corta y amena. No es la novela al uso que suelo leer, pero creo que ha sido una buena experiencia.