Premiado hasta arriba en todos los países anglosajones, fue un superventas hace unos años. A mí , modestamente, me parece un plato fusión entre El niño del pijama de rayas y Rain man. Empieza algo bien, pero tiene mucho relleno y un final previsible y edulcorado. La parte de Rain Man es evidente, le cogemos cariño como a Dustin Hoffman. Lo del pijama viene porque es Christopher quien relata en primera persona y su visión al principio nos llama la atención, aunque ya vamos anticipando el pasos siguiente.
Pero no todo va a ser malo: es fácil, extremadamente fácil de leer, así que es una buena lectura para el verano y la playa. Que pa eso es un beseler.