Antena 3 tiene en proyecto la emisión de un nuevo programa, titulado Famosos y mendigos, en el que elementos notorios (¿?) dormirán durante diez días en la calle. Una docena de entidades empeñadas en la lucha contra las personas sin hogar ni medios de subsistencia han emitido un comunicado repudiando tan abyecta idea. Antena 3, por su lado, mostró "su disposición" a colaborar con estas entidades y adujo que la producción pretende retratar el problema a través de personajes populares para hacerlo visible.xxxComo creo que el comunicado se queda corto en sus calificativos —por obvias razones de educación— me permito apostillar algunos aspectos (sin haber visto el resultado, ni falta que me hace), conclusiones y sugerencias a la “altruista” y luminosa iniciativa de la citada cadena y la productora Zeppelin. Invito a quien quiera a sumarse, ampliar o discrepar de mi pliego de cargos.xxxEn primer lugar me parece aberrante utilizar una situación tan cruel y degradante para perseguir —de esto no me cabe la menor duda— pingües beneficios económicos y de audiencia. En segundo lugar, por mucho que me lo jurasen y perjurasen (esto casi seguro) no me voy a creer que los presuntos famosos vayan a hacer el trabajo sin la suficiente cobertura de comodidad y seguridad que su generalmente delicado estatus les exige. Y en tercer lugar que su pretendida aportación y apoyo a las entidades “genuinas” constituye un flagrante crimen de cinismo que les descalifica más si cabe.xxx¿No se les ha ocurrido retratar la vida real de personajes reales —más de uno se prestaría, si merma de su dignidad, a ello— en situaciones reales? Máxime que conociendo, en carne propia y de otros compañeros, la magnanimidad de los medios cuando utilizan a gente en precariedad como protagonistas de sus felonías, les sale mucho más barato o gratis—para mayor agravante del cinismo—.xxxSugeriría que, al menos, al famoso le acompañara uno de esos personajes reales y le hiciera pasar esos días —cual observador e inspector de ONGs—, sin separarse un minuto de ellos, en sus reales condiciones de supervivencia. En el cajero a temperatura ambiente (¿verdad, Salva?), en la montaña a expensas de alimañas y desalmados (¿verdad, Miquel?), en el banco del parque al albedrío de mezquinos ladrones (¿verdad, Paco?) o en las escalinatas de una iglesia como diana del escándalo de “honrados ciudadanos” y “mentes pías” (¿verdad, Juanito?). Y a alimentarse con despojos de contenedores y sobras de supermercados, y a consumir sólo el cartón de vino de 60 céntimos y fumar sólo las colillas sucias de la calle, y asearse en cualquier fuente a cualquier escala de grados centígrados. Y sin cobrar. Sólo así le daríamos algún valor a su gesto —y gesta, qué duda cabe— porque todos conocemos las triquiñuelas televisivas para utilizar medios, invisibles para el espectador, que no pongan en riesgo la salud ni la dieta de tan ilustres protagonistas.xxxPor último lamentar que todavía no esté tipificado como delito el escarnio del sufrimiento de las personas (que pretendo indagar para su posible denuncia) y el fraude a la buena fe de los ciudadanos, para que penasen y completasen su experimento con una temporadita en una de nuestras modélicas prisiones, que integran también parte de las vivencias de los indigentes.xxxQue alguien supremo os perdone, porque a nosotros nos costará más la indulgencia. Y no olvidamos ¡jamás!