El debate que dejó de ser debate
Publicado el 20 febrero 2013 por Carmentxu
Debate, debate, debate. Sus señorías, que son las nuestras porque para eso presuntamente les pagamos, deberían escribir la palabra mil veces con su correspondiente definición. Si se dan prisa, tienen tiempo hasta el mediodía de hoy, cuando empiece el Debate sobre el estado de la nación que, con periodicidad anual, nos devuelve el reflejo de una clase política en sus horas más bajas y nos recuerda, una vez más, cómo ha perdido las formas y los fondos (¿dónde está el dinero de todos, señor Rajoy? Ahora recuerdo: en los bancos, en los bolsillos de los corruptos y corrompidos, bajo el cemento de una promoción urbanística en medio de la nada, en las grietas de un edificio con aluminosis, en fundaciones libres de impuestos, en la Iglesia…). El debate sobre el estado de la nación ya no interesa porque no aporta soluciones y, como ilustra la viñeta de Forges hoy en El País, se emboza en el Y tú más y en la herencia recibida antes de buscar soluciones, una salida, a una realidad que nos ahoga. Lo que debería ser un debate se ha convertido en una sucesión de insultos, agravios y, desgraciadamente, en la evidencia de una falta ya crónica de ingenio, de propuestas, de explicaciones creíbles y de contrapropuestas constructivas para un objetivo común.