El Delicado Equilibrio Argentino

Publicado el 02 octubre 2018 por Carlosgu82

ARGENTINA, EL PAÍS QUE NO SE ABURRE

Por estos días se hace muy difícil hablar con los mismos pares de la situación en Argentina sin quedar “pegado” en algunas de las dos facciones irreconciliables que se presentan. Quienes votaron por un cambio de gobierno que marcase la salida del populismo, se sienten algo defraudados porque el asistencialismo discrecional no cesa (de hecho se ha acrecentado y paradojicamente son esos mismos grupos de “actores sociales” beneficiados los que cortan calles, accesos y hacen piquetes más frecuentemente).

Mientras, las cargas impositivas se hacen cada vez menos insoportables para los contribuyentes. Y mucho más cuesta arriba para los pequeños y medianos comerciantes.

Esto último tiene su razón de ser, producto de años de subvenciones indiscriminadas a las empresas de servicios que a su vez no actualizaron sus equipos generadores y fueron de mal en peor, derivaron en que la energía colapsara. Hoy por hoy se está invirtiendo mucho y bien en energías limpias y renovables, pero eso lleva mucho tiempo y los resultados se verán en un tiempo bastante considerable. Lo mismo con el gas y los combustibles.

Por otro lado los cuestionamientos a la asistencia del FMI fueron muchos, pero la mayor parte viene de la gente que propició que la Argentina llegue a este punto. Nadie puede deslindar responsabilidades. Tampoco este gobierno que hizo muchas promesas pero se quedó a mitad de camino. No puede alegarse una voluntad de mentir deliberadamente, pero cuanto menos la irresponsabilidad de dar por seguro algo luego que se tornó incontrolable.

Los economistas más liberales dicen que se cometieron errores en la aplicación del gradualismo y ahora se está pagando con la depreciación de la moneda y la inflación, que está agudizándose a pesar de que nunca cesó en todos estos años.

Y por último, también se cuestiona la justicia, la cual avanza implacable pero algo tardía sobre la organización de corruptos que saqueó el país en los últimos años, la cual no sólo se compuso de políticos, sino de empresarios que están siendo procesados y encarcelados en estos días. Pero la perspicacia sobre que se esté demorando el pedido de detención (ya el segundo) sobre la ex presidente que hoy se ampara en sus fueros, está latente y tiene que ver con la sospecha de que el juez que entiende en la causa, de raíces peronistas inocultables, quiera utilizar la causa de ariete para que su partido retome al poder.

Y en el medio, o bien por debajo, el ciudadano de a pie resiste como puede, pero sabiendo bien lo que quiere. Resiste porque quiere vivir y trabajar en democracia y ha madurado lo suficiente para saber que es la única salida, aunque duela, para muchos, que durante tantos años el argentino se haya desentendido de los factores que desencadenaron los problemas actuales.

Esperemos que no salte ese fusible, porque es el que verdaderamente vale.