[El Delorean] Mary Poppins
Marta Tajuelo Martín 25 julio, 2013 0
3, 2, 1…
Condensador de fluzo, fluzeando…
A estas alturas, imagino que la mayoría de las personas que lean esto ya han visto Mary Poppins, pero por si acaso, simplemente recordar que es un musical en el que nos trasladamos al Londres de esos años con la historia de los hermanos Banks, cuyas niñeras no duran demasiado en la casa, debido a sus travesuras. Un día deciden escribir una carta acerca de cómo sería la niñera perfecta, carta que tras ser destrozada en mil pedazos y tirada a la chimenea por el padre de los niños, llega a manos de Mary Poppins, una niñera que vive en las nubes y que es prácticamente perfecta en todo.
Protagonizada por la genial Julie Andrews, el maravilloso Dick Van Dyke, Karen Dotrice, Mathew Garber y David Tomlinson, esta historia aborda un tema habitual dentro de la filmografía inglesa, el de los niños que acaban dando lecciones a los mayores, bien por sí mismos, o a raíz de algún personaje o elemento que haya desencadenado un cambio en la vida de los críos o de la familia en general. Eso me recuerda a Matilda, una de mis películas (e historias) favoritas, que trata precisamente este tema (desde otro punto de vista distinto, claro).
Lo cierto es que a estas alturas de mi vida, me doy cuenta de que es una película que he visto bastantes veces y a pesar de que de pequeña la disfruté, he de reconocer que la he disfrutado mucho más de mayor. Puede que al verla ahora pensemos que no es un film demasiado interesante, puesto que han pasado más de 50 años, sin embargo yo opino que tiene su encanto. A pesar de que Disney la hizo pensando en el público infantil, hay que preguntarse si realmente es una película para niños o si de lo contrario, un público algo más adulto la comprende al 100%.
Mary Poppins comienza con la situación familiar de los Banks. Sabemos que buscan niñera para sus hijos Jane y Michael y tras ver la escena de la carta, aparece Mary en su casa aterrizando con su paraguas y su maletín. Se presenta como la niñera perfecta y realmente parece serlo. Recoge las habitaciones en un par de segundos, canta con animales que acompañan sus melodías y hasta limpia la barandilla de las escaleras con el pandero. ¿Quién no la querría en su casa?
A lo largo de la historia, que está formada por pequeñas historias individuales enlazadas entre sí, vemos cosas “reales” y no tan reales. Me explico. Dejando a un lado que la niñera llega a casa en paraguas y no en autobús, el hecho de que ella eduque a los críos es más o menos realista, digamos que corresponde a la situación que podría tener cualquier familia de clase media alta de la época. Con las partes menos reales, me refiero a cuando todos toman el té en el techo gracias a un ataque de risa o se meten (literalmente) en un cuadro dibujado por Bert, uno de los personajes más carismáticos (por no decir, el mejor) de la película. Claro, que el ser interpretado por Dick Van Dyke ayuda, y mucho. En esa parte, nuestros amigos de carne y hueso se entremezclan con personas de dibujo y animales de todo tipo. A eso me refiero cuando hablo de la brecha entre ambas realidades.
Por supuesto, en un musical, ¿cómo no se va a hablar de su música? Y es que Mary Poppins nos ha traído multitud de canciones reconocibles en cualquier parte y para cualquier generación. Mis abuelos, mis padres y tanto mi hermana como yo, conocemos la banda sonora de Mary Poppins, al menos la mayor parte de ella. Fue compuesta por Irwin Kostal, creador de otras bandas sonoras como la de Chitty Chitty Bang Bang.
Debo reconocer que cuando fui a Londres, el hotel en el que estuvimos alojados daba a los tejados de las típicas casas victorianas de los barrios de Kensington y Chelsea, y cada mañana al levantarme y cada noche al acostarme miraba por la ventana y veía todas las chimeneas que asomaban en el horizonte y no dejaba de pensar en Mary Poppins. Quizá es que parte de su encanto se deba a que es una historia perfecta para esa ciudad. Pero la verdad es que el ambiente de la ciudad, me lo imaginaba similar al de ese Londres de decoración de la película. Quizá me quedé con esa sensación desde la infancia y al ir quise que en mi imaginación fuera real. No lo sé.
No podía dejar este Delorean sin antes comentar que, como muchos iconos del cine, nuestra querida nanny ha sido parodiado en alguna ocasión. Cualquier fan de Los Simpson se acordará de Shary Bobbins y de su chapuza total…
Y cómo no, en Youtube siempre vimos un “tráiler” de Mary Poppins visto (cómo lo diría) desde otra perspectiva. ¿Os acordáis de Scary Poppins?
Destacando sobre todo la figura de Dick Van Dyke, quien interpretaba a más de un personaje, la banda sonora inolvidable y reconocible por cualquiera y la magia de la historia, no es de extrañar que sea una de esas películas significativas de Disney. Puede gustarte más o menos, pero ya sea para bien o para mal, con sus defectos y sus virtudes, ha marcado más de una infancia. Así que… ¡Supercalifragilísticoespialidoso!