[El DeLorean] Pretty Woman
Javier M. Banda 17 octubre, 2013 0
Aprovechándome de la coyuntura (el pasado domingo la pusieron en televisión por enésima vez) quisiera que nos remontemos al año 1990 en el que irrumpía en la escena cinematográfica una película que dividió a crítica y a público pero que fue un auténtico éxito de taquilla a nivel internacional. Solo en Estados Unidos recaudó 178 millones de dólares y en todo el mundo la cifra ascendió hasta los 463, mientras que su presupuesto fue de tan solo 14. Hablamos de Pretty Woman.
Hecho este inciso, ahora sí que sí, vamos a darle caña al DeLorean para viajar a través del tiempo hasta 1990, así que abrochaos bien los cinturones porque… ¡Allá vamos!
3, 2, 1…
Condensador de fluzo, fluzeando…
No importa las veces que la echen por la tele (siempre “cae” unas dos o tres veces al año) porque el éxito de audiencia está más que garantizado. Cierto es que, como he dicho en otras ocasiones, el tiempo no pasa en balde para nada ni nadie, así que se nota que ya no tiene tanto tirón como antaño. La película protagonizada por Julia Roberts y Richard Gere ha cumplido veintitrés años (que ahí es nada) y lejos quedan ya los más de nueve millones de espectadores que la vieron en su debut en televisión el 2 de enero de 1994 (La 1 de TVE, 9.223.000 espectadores y 55,6%) o los siete millones (7.098.000, La 1) del 22 de diciembre de 1996. El pasado domingo registró su mínimo histórico con 1.956.000 espectadores (14,9% de cuota). Son datos de Kantar Media.
Por ese factor de la vida al que solemos llamar azar, las de Edward, un rico empresario, y Vivian, una prostituta que ejerce su profesión en Sunset Boulevard, se cruzan un buen día para no separarse jamás. Lo que iba camino de ser un encuentro casual termina siendo una relación de amistad que poco a poco se va transformando en algo más. Que, seamos sinceros, muy diferentes tendrían que ser las cosas para que se enamorasen realmente un alto hombre de negocios y una prostituta… y menos aún en una sociedad capitalista como la norteamericana en la que con dinero se consigue todo. Sin embargo, ya sabemos que en el séptimo arte todo es posible, por lo que que esta película no es más que una de tantas en las que se retrata el llamado “sueño americano”; aquí, desde un punto de vista alegre. Pura falacia que en el mundo del cine queda de arte; la gente se distrae, se olvida de su anodina existencia y se lo pasa en grande durante dos horas. Pero deciros que, en un principio, no iba a ser una comedia sino un drama que retratase el mundo de la prostitución en la ciudad de Los Ángeles. Curioso, ¿eh?
A pesar de que encumbró a lo más alto tanto a Julia Roberts como a Richard Gere, siendo una película indispensable en sus respectivas carreras, se barajaron nombres como los de Christopher Reeve, Al Pacino o, incluso, Sylvester Stallone para el papel de Edward; mientras que para encarnar a Vivian sonaron los de Jodie Foster, Hellen Hunt o Bridget Fonda, entre otras. Sinceramente, si algo no tiene discusión alguna es la química que hay en todo momento entre los dos; si bien, al parecer, tuvieron sus más y sus menos durante el rodaje. Julia Roberts, tras ser nominada a los Oscars como mejor actriz de reparto por Magnolias de Acero, aquí recibió su primera nominación pero ya por un papel protagonista. Le debe mucho la actriz a Pretty Woman, porque sin ella no hubiera llegado jamás al estrellato y a que se la conociera por el sobrenombre de “La Novia de América”; y es que durante mucho tiempo fue la actriz mejor pagada de todo el firmamento de Hollywoood. Aunque, precisamente, de su participación en la película, Richard Gere llegó a decir lo siguiente: “La gente me pregunta mucho sobre esta película, pero yo la he olvidado. Fue una comedia romántica tonta”. Sorprende que, si esa es la opinión que le merece, aceptara volver a ponerse a las órdenes de Garry Marshall en la que es prácticamente su continuación: Novia a la fuga (1999); sin ir más lejos, su compañera de reparto fue nuevamente Julia Roberts. Volviendo a la película que nos ocupa, ni que decir tiene, no podemos olvidarnos de Hector Elizondo, que interpreta magníficamente a Barney Thompson, el director del hotel, ni tampoco de Jason Alexander en el papel de Philip Stuckey, el socio de Edward. Por cierto, que el actor Hector Elizondo es el actor fetiche de Garry Marshall, el director de la película.
Garry Marshall es el director de esta cinta y, para al que no le suene, diré que no puede estar más encasillado en el género romántico, ya sea por medio del drama o de la comedia. De hecho, sus dos últimas películas hasta la fecha Historias de San Valentín y Noche de Fin de Año están cortaditas por el mismo patrón. Pero si hay algo que caracteriza verdaderamente a Pretty Woman es su portentosa banda sonora. Salvo algunas piezas instrumentales de James Newton Howard, destacan sobremanera las once canciones que podemos escuchar durante su metraje; el It must have been love, de Roxette y, por encima de todas, el tema que da título a la película Oh, Pretty Woman, de Roy Orbison (versión del Black & White Night Concert). Es escuchar sus primeros compases y ya estamos visualizando a Julia Roberts probándose un montón de ropa cara, ¿a que sí?
Pretty woman walkin’ down the street
Pretty woman, the kind I like to meet
Pretty woman…
En definitiva, una película imperecedera, que no pasa de moda, y que la mayoría hemos visto ya mil veces; muchos ya estamos cansados de hacerlo y no la hemos vuelto a visionar más, mientras otros (más bien otras) se saben hasta los diálogos de memoria. Las chicas quieren a su Richard Gere particular, a ese hombre forrado de pasta hasta los topes pero a la vez exquisito y de buena educación; y nosotros… pues firmábamos tener a nuestro lado a un bombón como Julia Roberts, ¿es o no? Aunque la historia no se la traga nadie (eso es lo de menos) ha conseguido hacerse un hueco en la historia del cine como una de las mejores comedias románticas que se hayan hecho.
[pinit]