En Derecho a la pereza, Paul Lafargue aboga, de manera lúcida, por la reducción de la jornada laboral, trabajar menos para disponer de más horas libres en las que uno pueda autorrealizarse, y alejar el trabajo de la mera explotación económica. No se trata de trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Lafargue también utiliza un tono irónico (ya desde el mismo título) para defender unas ideas consideradas utópicas, aunque más de uno seguramente estaría dispuesto a que se implantasen.
En definitiva, Derecho a la pereza es una interesante obra que no deja a nadie indiferente.