El derecho de retracto, una posibilidad de recuperar la casa de la que te han desahuciado, a precio de saldo.
Publicado el 30 septiembre 2013 por Espeangel
@luigiaguilar
Según publica “eldiario.es” en su edición de hoy, el derecho de tanteo y retracto, (nada nuevo en la legislación española, y hasta presente en el Código Civil Español), podría permitir, aunque no sea fácil, “arrebatar la hipoteca revendida a un fondo buitre”; es decir, que una persona desahuciada, que ha perdido su casa, con o sin dación en pago, podría recomprar su impagada hipoteca con la misma rebaja con la que las mafias bancarias o no sé si mejor llamados “fondos buitres”, se quedaron los lotes.
Efectivamente la sección segunda del Real Decreto de 24 de julio de 1889, texto de la edición del Código Civil mandada publicar en cumplimento de la Ley de 26 de mayo último y vigente hasta el 22 de Julio de 2014, regula todo lo referente al Retracto legal, y concretamente el artículo 1535 da NUEVE días desde que el cesionario le reclame el pago, para extinguir el préstamo hipotecario “reembolsando al cesionario el precio que pagó…”; Vamos que se le puede guindar al fondo buitre que se ha quedado nuestra casa hipotecada por un 70 u 80% de su valor, pagándole ese mismo precio.
Este tema, tampoco es desconocido en otros países. Así ayer mismo, el diario el País, publicaba algo parecido que está ocurriendo en la pequeña ciudad de Richmond (California) donde ha sido un ayuntamiento el que ha utilizado una triquiñuela parecida para -ejerciendo cual Robín Hood justiciero-, renegociar legalmente con los bancos, las hipotecas impagadas por los ciudadanos y expropiárselas para devolverlas a las familias. El artículo se titula “Ingeniería financiera para frenar los desahucios” y puede verse aquí.
Yo, que ya he puesto el caso en mano de los abogados que colaboran desinteresadamente con nosotros, sé que esto no va a ser fácil porque -siendo una triquiñuela legal en la que no han debido pensar ni los bancos, ni los llamados fondos buitres-, los exiguos plazos, las torticeras comunicaciones, la exigencia de litigios previos y las mil dificultades que nos surgirán, harán la causa ardua, pero si así están las cosas, merece la pena intentarlo y devolverles la estafa, con su misma moneda.