El Desafío de Reservar un Hotel (2)
Por Jmbigas
@jmbigas
Antes de abocarnos a Internet para verificar las diferentes ofertas disponibles, conviene que tengamos claro qué tipo de hotel precisamos (qué nivel de oferta de servicios estamos buscando), dónde (su ubicación), y cuál puede ser el precio que estimamos razonable para empezar a hablar. En el proceso de búsqueda, muy probablemente tendremos que ajustar alguno de los criterios a la oferta disponible. Recomiendo leer mi anterior artículo sobre este tema.
Portada de la web www.booking.com
Existen muchísimas webs que gestionan la reserva de hoteles en España, en el resto de Europa y en el mundo. Yo solamente os voy a comentar sobre tres de ellas, a través de las cuales he reservado alguna vez a plena satisfacción.En dos de ellas (Booking y Venere) la reserva de un hotel no supone ningún cargo inicial. Al reservar obtenemos una confirmación con un número, y eso es lo que debemos tener con nosotros al llegar al hotel. En cada caso existen unas condiciones de cancelación que conviene revisar. De este modo, si cancelamos la reserva antes de la fecha límite definida, no incurrimos en ningún gasto. La tercera (Destinia) permite reserva de hoteles, vuelos y viajes combinados, pero la reserva supone el pago inmediato (via Tarjeta de Crédito, por ejemplo). Lo que obtenemos al reservar es un Bono o Voucher, a entregar a la llegada al hotel. También existen condiciones de cancelación, pero en este caso deberemos gestionar, además, el reembolso de lo pagado, y puede existir algún cargo por la cancelación.
Portada de la web www.destinia.com
Si queremos obtener lo que mejor se ajuste a nuestras necesidades, debemos estar dispuestos a dedicarle un tiempo importante a la operación. Especialmente si en nuestro destino hay una gran oferta de alojamientos. Reservar un hotel con el que no vayamos a tener demasiadas sorpresas, en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, París, Londres,... puede costarnos fácilmente de una a dos horas, y más si queremos revisar con detalle los servicios que ofrece cada hotel, o es la primera vez que visitamos ese destino.Habitualmente es posible restringir la búsqueda por diversos criterios (precio, categoría, ubicación,...). En una primera pasada, yo recomiendo no hacerlo. De esta forma podemos hacernos una idea de la oferta hotelera global del lugar, una primera estimación de precio medio según categoría y ubicación, y refinar los criterios para quizá restringir alguna variable en una segunda pasada. Es posible que pensemos que un hotel de tres estrellas nos resulta conveniente, pero podemos detectar alguno de cuatro con precio promocional que nos sea atractivo. O, respecto a la ubicación, depende de si ya conocemos el destino o no. Si no lo conocemos, vale la pena dedicarle un tiempo extra a la operación.
Portada de la web www.venere.com
Respecto a la ubicación, conviene tomar algunas precauciones. En las webs, en general, se muestra un plano simplificado donde la escala está a menudo trucada para que parezca que el hotel está más cerca de un lugar relevante de lo que realmente está. O, si se muestra alguna cartografía conocida (como Google Maps, por ejemplo) no es extraño que la flechita que sitúa el hotel se haya conseguido a base de darle la dirección con el número reducido (o aumentado) en doscientos, por ejemplo. De modo que parece que está junto al Metro, mientras que la realidad es que hay un paseíto de quince o veinte minutos. Yo recomiendo anotar la dirección, y lanzar en paralelo una web cartográfica (a mi me gusta mucho Mappy, pero hay varias). Ahí podemos verificar la situación real, y la distancia, de verdad, que hay hasta la plaza, la Feria o la estación de Metro.Y, desde luego, no os fiéis del nombre del hotel que cite algún atractivo relevante. El XXX Hyde Park, o el YYY Tour Eiffel, o el ZZZ Feria es muy probable que no estén a más de algún kilómetro del lugar citado. Y, por ejemplo, Hyde Park es muy grande, y no es lo mismo estar en Marble Arch (junto a las tiendas de Oxford Street), o en South Kensington, al otro extremo del parque. En Sevilla, por ejemplo, existe un hotel AC Santa Justa que está en las afueras, y nada que ver con la Estación de Santa Justa. Desde el hotel AC Feria en Madrid a la entrada de IFEMA hay un paseíto de un par de kilómetros.Si escucháis las conversaciones de las personas que veáis por la calle arrastrando una maleta, os daréis cuenta de que la mayoría de improperios que lanzan proceden del conocido "pero si estaba a 50 metros de la estación de Metro". Una doble verificación nos evitará este tipo de contratiempos, que nos pueden amargar un poco el viaje.En cuanto al precio, conviene verificar si está en Euros o, por defecto, utiliza la divisa del país del hotel. En general, siempre es posible pedirle a la web que nos dé el precio en Euros, lo que nos facilita la labor de comparación.Respecto a los servicios que ofrece el hotel, hay que tener en cuenta que todos muestran las fotos de su cara más bella, o incluso de una cara tan bella que es irreal. Esa foto del buffet de desayuno pantagruélico seguramente se reduzca, en la realidad, a otra cosa más modesta, y la foto de la fachada es de hace quince años, cuando se inauguró el hotel. Y nuestra habitación raramente será como la de la foto.Para hacer una doble comprobación, acostumbra a resultar útil consultar los comentarios de otros clientes que han pernoctado en ese hotel. Claro que hay que tomar precauciones con eso. Porque cada cual es cada cual. En los extremos está el que todo le parece bien y el que todo le parece mal. Y la apreciación puede ser muy diferente para alguien que viajaba solo o con un grupo de amigos, o para una familia con tres niños pequeños. O para una pareja de personas mayores, para quienes dos escalones representaron un serio quebranto.
Imagen de una habitación de hotel HUSA
(Fuente: hotelius)
No he conseguido adivinar si hay alguna regla por la que pueda evaluar un hotel en función de si tiene muchos o pocos comentarios. Es curioso, pero a veces las diferencias son abismales. Y los comentarios pueden ser muy positivos, positivos, neutros, negativos o muy negativos. Si hay un número suficiente (al menos un par de docenas) recorrerlos nos dará una idea global de lo que realmente vamos a encontrarnos.La mayoría de hoteles nos pueden proponer diversos tipos de alojamiento. Los grandes acostumbran a disponer de dos o tres niveles de habitación, más las suites. Los que están en lugares singulares, pueden distinguir entre la orientación de las habitaciones (lado mar, lado jardines, por ejemplo). Algunos identifican algunas habitaciones como individuales, mientras que otros ofrecen habitación para 1 ó 2 personas. Si buscáis una habitación para una persona, habitualmente las identificadas como individuales son más pequeñas, al fondo del pasillo y mirando a un patio interior, aunque son más baratas.Si viajáis con coche, y buscáis un hotel con aparcamiento, las variantes son infinitas. En general, muchos hoteles de las afueras, en el campo o en un cruce de autopistas, ofrecen "aparcamiento privado gratuito". Habitualmente será exterior y en superficie, con alguna barrera de acceso. Cuando lleguemos al hotel, tendremos que hablar con recepción para que nos abran. Si tenemos suerte, habrá interfono y no tendremos que bajar del coche. Si no, habrá que parar e ir a recepción.Otros ofrecen simplemente "aparcamiento exterior gratuito". Podemos esperar encontrar un patio más o menos grande, marcado o no como aparcamiento, donde dejar el coche. Cuando hablan de "aparcamiento gratuito en las proximidades", significa que tocará aparcar en la calle, donde haya sitio.Algunos ofrecen, además, "aparcamiento subterráneo de pago", donde el coche estará, normalmente, más protegido. Conviene averiguar cuál es el precio, que no siempre es una información a la que sea fácil llegar. Algunos tienen un aparcamiento subterráneo pequeño, y hay que reservarlo conjuntamente con la habitación.En el centro de las ciudades, el aparcamiento acostumbra a ser bastante costoso. Es fácil que nos pidan, según los sitios, quince o veinte Euros por día, o incluso más. En este caso hay otra variante, que es la de "aparcamiento público de pago en las cercanías". Hay que tener precaución porque a veces las cercanías no lo son tanto, especialmente cuando se anda con maletas. Y ciertos aparcamientos públicos, algunos días a algunas horas puede que estén reventados y sea imposible el acceso. Yo recomiendo parar frente a la recepción del hotel, bajar el equipaje, y negociar el tema directamente con el personal.
Hotel Burj al Arab en Dubai.
Reservar ahí requiere otros métodos
(Fuente: elbauldejosete)
Otra variante curiosa es cuando el acceso al parking propio del hotel no está junto a la recepción, sino en la calle de atrás, o cualquier otra combinación rocambolesca. Esta información raramente está disponible cuando reservamos por la web. Para evitar improperios a destiempo, lo de bajar el equipaje lo primero y ver el tema con recepción es lo mejor.Respecto a la ubicación del hotel, según las ciudades, habrá que tener en cuenta si nos compensa pagar el sobreprecio de estar en el cogollo, o podemos escoger algún otro hotel por menor precio o mejores servicios , desde el que podamos situarnos en el centro (o ZAT = Zona de Atractivo Turístico) en un tiempo razonable mediante un transporte público. En las ciudades pequeñas, el tema es bastante trivial, pero las grandes ciudades tienen habitualmente varios ZATs. Si tomamos París, por ejemplo, el Barrio Latino, Les Halles, Montmartre y la Tour Eiffel pueden considerarse ZATs, y están alejadas entre sí bastantes kilómetros.En estos casos, mi recomendación es escoger la ZAT que disponga de una oferta conveniente de restaurantes para cenar, por ejemplo. Por la mañana no nos importará coger el Metro para ir a ver el Monumento, Museo o Barrio que sea. Pero por la noche, es muy probable que nos apetezca un simple paseíto a pie y una cena, y resulta aburrido disponer solamente del restaurante del hotel, suponiendo que lo tenga.Con todos estos criterios, posiblemente habremos llegado a reducir las opciones a tres o cuatro hoteles. Con suerte, tendremos ya uno favorito. Conviene en este punto hacer una doble comprobación, para asegurarnos de que el precio propuesto es el más ventajoso que está disponible. Podemos hacer un primer intento en alguna de las webs que proporcionan comparación de precios (por ejemplo, Trivago).
The Hyde Park, en Bayswater
(Fuente: Venere)
Dado que la gran mayoría de hoteles pertenecen a alguna cadena (grande o pequeña) o disponen de una web propia donde gestionar también reservas, tantear este camino es recomendable, porque podríamos encontrar alguna promoción especial que no hayamos visto hasta ahora. De todas formas, en general, el mejor precio lo obtendremos de alguna de las webs citadas. Pero las dobles comprobaciones nos consumen tiempo barato de antes del viaje, y nos pueden ayudar a mejorar la satisfacción de la estancia, y a reducir al mínimo las sorpresas desagradables.Pero tened cuidado al comparar, que sean peras con peras. A veces hay tarifas que incluyen el desayuno y otras no, o incluso con o sin IVA. O podemos estar comparando habitaciones de diferentes categorías, o precios en Euros y en Dólares.En todos los casos conviene empezar por especificar las fechas deseadas. Algunas webs permiten ver los hoteles sin hacerlo. Pero corremos el riesgo de hacer todo el trabajo y, cuando ya tenemos escogido el hotel de nuestros sueños, descubrir que no está disponible cuando vamos a viajar.(Continuará)JMBA