Revista Cocina

El desayuno anti-inflamatorio, tres ideas para empezar la mañana con energía

Por Uncafelitoalasonce

Desayuna como rey, come como príncipe y cena como mendigo

Si la semana pasada os comentaba los inconvenientes del desayuno inflmatorio que muchos de nosotros tomamos a diario, hoy quiero hablar de otro tipo de desayuno. Uno que nos ayudará a mantenernos con energía y nutridos a lo largo de la mañana.

El desayuno anti-inflamatorio, tres ideas para empezar la mañana con energía

Revuelto de salmón y queso fresco

Este desayuno, a diferencia del anterior, es saciante y sano. No provoca subidas de azúcar y tampoco hace que nuestra insulina convierte en grasas el azúcar. Se basa en tomar más grasas buenas y más proteínas, y tomar los hidratos de carbono en forma de frutas saludables, con antioxidantes y fibra. Antes me gustaría comentar un par de aspectos con relación a las grasas y proteínas, porque últimamente tienen muy mala prensa:

  • Grasas. Desde los años 80, a raiz de una iniciativa del National Health Institute de Estados unidos, las grasas han sido el enemigo de nuestra alimentación. En especial las grasas saturadas y el colesterol. Casi todos los productos vienen sin grasa, e incluso se han inventado medicamentos para reducir el nivel de colesterol. Esta idea parte de la teoría lipídica que responsabiliza a las grasas, de la mayor incidencia de ataques al corazón provocada por ateroesclerosis. La cuestión es que esta teoría está cada vez más en entredicho. Numerosos estudios de los últimos 10 años empiezan a cuestionarla y apuntan a otras causas. En concreto, como ya comenté en el artículo anterior, a la excesiva ingesta de carbohidratos y azúcares refinados. El primero que puso en conocimiento del gran público esta situación fue Gary Taubes a través de un artículo en el New York Times titulado “What if It’s All Been a Big Fat Lie?”, “¿Y si todo ha sido una gran mentira gorda?” Jugando con que en inglés fat es sinómimo de grasa y gordo.
  • Proteínas. Al hilo de la guerra contra las grasas, el otro gran perjudicado han sido las proteínas. La recomendación es evitar las carnes rojas, y comer carne con poca grasa. De nuevo nos encontramos con falta de pruebas concluyentes sobre lo perjudicial de su consumo. Hace poco, hice un seguimiento de mi dieta. Mi sorpresa fue que mi consumo de proteínas era bajísimo, mientras que el de carbohidratos y grasas se llevaba la mayor parte. Las proteínas, como las grasas, son esenciales para el organismo. Tanto es así que, los afectados por PKU, cuya dieta está limitada a pocos gramos de proteína al día, tienen que tomar suplementos de aminoácidos (sin fenilalanina) para no enfermar.

La cuestión es, ¿por qué si las proteínas y las grasas son esenciales hay que restringirlas? ¿No nos habría matado ya la evolución hace tiempo si fueran tan perjudiciales? ¿Qué hacíamos hace 100.000 años cuando no había agricultura? Nuestra dieta se basaba básicamente en proteínas y grasas, complementada con algunos hidratos que provenían raíces, tubérculos, bayas y frutos de temporada. Muchos dirán, “claro, pero a los 40 años morían”. Si, pero el ambiente en el que se vivía era mucho más hostil. En cada batida de caza te jugabas la vida, y cualquier herida o enfermedad te llevaba a una infección y a la muerte. De ahí que cada vez más expertos en nutrición estén considerando una vuelta a una dieta más similar a una dieta primitiva, con más peso de las grasas, proteínas, y un menor peso de los hidratos de carbono procedentes de productos refinados, sustituyéndolos por los provenientes de verduras y frutas. No se trata de caer en dietas extremas, pero yo mismo, más de una vez, he desayunado un bollo con azúcar y crema, he comido pasta y he cenado tortilla de patatas. Sin duda, demasiados carbohidratos y azúcares, y poco a porte de los nutrientes que aportan grasas y proteínas.

Teniendo esto en cuenta, aquí van mis propuestas para los desayunos ricos y saciantes, que además pueden ayudar a perder peso:

  1. Huevos revueltos con salmón. Muy sencillo de hacer, se ponen dos huevos enteros en la sartén, y se mezclan con un poco de salmón ahumano (o atún, o trucha, o bacalao), junto con un poco de pimienta y sal. Si se quiere, se pueden añadir unos poquitos dados de paté (del bueno). En menos de 10 min tendrás un desayuno bien rico y muy nutritivo. Luego, a media mañana, te puedes tomar unas nueces con fresas, o manzana, y llegarás a la comida sin ganas de “comerte el mundo”.
  2. Batido de yohogurt griego con fresas. Este es muy sencillo de hacer y se puede preparar la noche anterior incluso. Se coge un yogur griego entero, medio vaso de leche entera, fresas, medio plátano y canela. Si se quiere se puede echar hielo en verano. Aquí hay un superbatido lleno de energía, fibra y antioxidantes. Además, no hace falta que te lo tomes en casa, te lo puedes llevar a la oficina y tomártelo a lo largo de la mañana.
  3. Jamón serrano con tomate, queso fresco y frutos secos. No necesita más explicación ¿no? Quizá un poquito de aceite de oliva virgen extra, y el toque de sal y pimienta que cada uno quiera. Más mediterráneo imposible.
El desayuno anti-inflamatorio, tres ideas para empezar la mañana con energía

Batido de yohogurt, fresa y canela

Por supuesto, todos estos desayunos podrían deberían ir acompañados del correspondiente cafelito, y de vez en cuando un trozo de chocolate de calidad, con un mínimo de 70% de cacao. Quizá parezca un poco extraño desayunar esto, dada la costumbre tan arraigada del dulce por la mañana, pero no cuesta nada preprarlos, y merecen la pena. Además, estos desayunos no son tan extraños en nuestra gastronomía, la manteca colorá (manteca de cerdo, picadillo y pimentón) era un desayuno muy típico en Andalucía. Eso si, si uno toma este desayuno, no debería inflarse a bollos por la tarde. Si alguien se anima a probarlas y compartir su experiencia que nos lo cuente en los comentarios.

¿Tenéis alguna receta similar que compartir? Quizá de nuestros abuelos o bisabuelos, que eran más dados a desayunos nutritivos…

Nota final: Si alguien está interesado en conocer más acerca de Gary Taubes, tiene escrito un libro “Good Calories, Bad Calories” que trata sobre el tema de las grasas y sus efectos en la nutrición, entre otras cosas. Yo no he encontrado la versión en español del libro, si alguien la conoce por favor que me lo comente.


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LOS COMENTARIOS (1)

Por  Luiss
publicado el 17 febrero a las 13:36
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Sin duda excelente articulo y comentario. Yo había abandonado la dieta atkins por las criticas recientes hacia el autor, pero ahora con esto parece estar cobrando fuerza de nuevo y las teorías de atkins paren no haber estado tan equivocadas. Saludos