Debido a la crisis económica que está afrontando América Latina, Argentina no podía quedar afuera.
Si bien el mercado laboral se ve afectado por un conjunto de variables del mercado internacional, las malas políticas de Estado, son el eje de lo que ocurre en la economía interna, por cuanto echarle toda la culpa a la economía mundial, sería como tirar la piedra y esconder la mano.
En Argentina el nivel de desocupación o tasa de desempleo lo establece el INDEC, el cual declaró que en el primer trimestre del 2018, bajó al 7,2%, en relación al 8,3% del mismo trimestre del año anterior. Sin embargo, la realidad demuestra lo contrario.
El aumento del trabajo precario es notable en la actualidad. Se estima que a la fecha hay medio millón de personas en situación vulnerable y 3 de cada 4 personas que integran la población económicamente activa (PEA), realizan trabajos ¨en negro¨, para poder solventar sus necesidades básicas, debido a la inflación galopante.
La creciente ola inmigratoria de países latinoamericanos, también es un factor influyente en la situación de desempleo del país. La ¨competencia¨ entre argentinos, por un empleo calificado, ahora se ve invadida por la gran demanda de inmigrantes latinos que se conforman con un salario menor. Esto no se debe a que su mano de obra sea de menor calidad, sino por la situación de vulnerabilidad que viven en su país natal, los obliga a aceptar la primer oferta que realizan las empresas. Estas prácticas empresarias discriminatorias son una realidad cruel que afronta la sociedad actual, no sola de Argentina, sino en muchos otros países, con un gran índice de inmigración.
Debido al desempleo y la gran inflación, dentro de las estadísticas del último año, se ve incrementado en un 15% el trabajo freelance o independiente. Se estima que las empresas que nunca han explotado este tipo de puestos de trabajo, comiencen a implementarlo a fin de abaratar costos y evitar pagar las comunes retribuciones salariales. El trabajador autónomo cubre sus propios gastos de obra social, aportes jubilatorios y tributos al Estado, lo cual para el empresario se convierte en una alternativa más que propicia para su bolsillo.
Mejorará en 2019 la situación laboral en Argentina? La realidad no demuestra un panorama muy optimista. Pero como todo gobierno en vísperas de elecciones, busca su continuidad y aceptación (y el 2019 es año de elecciones), tal vez un cambio rotundo en la política económica y enfocado en el bien ciudadano, saque a flote este barco en el que los argentinos, a veces, sentimos que está a la deriva.